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La cara y la cruz de la cronobiología

La cara y la cruz de la cronobiología

La cronobiología, una palabra de origen griego ('kronos' significa tiempo, 'bios', vida y 'logos', estudio), se define como la ciencia que estudia cómo oscilan las distintas variables del organismo a lo largo del tiempo. Se ha demostrado científicamente que la gran mayoría de los fenómenos que ocurren en el interior de nuestro organismo sufren una oscilación que se repite a lo largo de un periodo de 24h. Entre estos fenómenos destacan algunos muy evidentes, como el ritmo de sueño-vigilia, y otros que no lo son tanto, como la producción de hormonas y enzimas.

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Viernes, 22 de febrero 2019, 17:33

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Los suplementos de CoQ10 no han demostrado que afecten positivamente al rendimiento físico, ni que bajen el 'colesterol malo' en humanos, ni que adelgacen

Dentro de la cronobiología desarrolla un papel muy importante lo que se conoce como el Sistema Circadiano (circadiano: cerca de un día), y que es el encargado de dirigir las variaciones de la gran cantidad de procesos que se producen en nuestro cuerpo a través de un 'marcapasos' principal situado en nuestro cerebro que funciona gracias a un 'reloj molecular'. De hecho, y a partir de los estudios de microarrays, se acepta en la actualidad que del 10% al 30% del genoma humano queda bajo el control de relojes moleculares circadianos. Esto implica que la expresión de la mayor parte de las variables de la conducta, psicológicas y bioquímicas muestran ritmos circadianos.

El correcto ajuste de este reloj es el que permite mantener un buen estado de salud, pero su desajuste puede influir significativamente en la aparición de graves patologías entre las que se pueden destacar el síndrome metabólico, problemas de sueño; influencia sobre el envejecimiento o algunos tipos de cáncer, etc.

Pues bien, otra de las patologías sobre las que se ha demostrado que la cronobiología tiene una especial influencia es la obesidad. En la actualidad, y con la ayuda de la cronobiología, se pueden establecer no solamente cuáles son algunos factores implicados en la obesidad, sino también cuándo se producen estos factores.

Un interesante estudio publicado en la revista International Journal of Obesity, titulado 'Timing of food intake predicts weight loss effectiveness', llegó a la conclusión de que lo más determinante para adelgazar no es simplemente lo que se come, sino cuándo se come. Las conclusiones alcanzadas en el estudio podrían cambiar futuras estrategias de adelgazamiento, que deberían tener mucho más en cuenta el momento de la comida. Los resultados indican que aquellos individuos que retrasan hasta tarde la comida principal del día -después de las 15.00 horas- muestran una pérdida de peso significativamente menor que los que comen más temprano.

Hasta aquí todo correcto. Sin embargo, la cronobiología tiene otra cara.

Desgraciadamente, diversas casas de complementos alimenticios se han apropiado de la investigación puntera sobre cronobiología para asegurar que sus caros productos permiten adelgazar gracias a ella. La mayoría de estos complementos están compuestos por dos tipos de comprimidos, unos se deben ingerir por el día y otros por la noche. Entre los ingredientes que forman parte de ellos destacan el ácido linoleico conjugado (CLA) y la famosa coenzima Q10. Analicemos si estas moléculas tienen algo que ver con la cronobiología o con el adelgazamiento.

Por el nombre de CLA se conoce no a uno, sino a una familia de por lo menos 28 isómeros del ácido linoleico encontrados principalmente en la carne y productos lácteos. Desde el punto de vista estructural, la gran diferencia entre el ácido linoleico conjugado y el ácido linoleico tradicional es que mientras el primero de ellos presenta dos dobles enlaces conjugados (alternados por un único enlace simple), en el ácido linoleico los dobles enlaces no están conjugados.

Debido a la fama alcanzada por esta molécula gracias a sus supuestas propiedades beneficiosas, grandes empresas del sector lácteo convirtieron al CLA en el protagonista de sus líneas de alimentos dietéticos. Al mismo tiempo ha pasado a ser uno de los productos más vendidos en gimnasios y centros deportivos. Sin embargo, en la revisión titulada 'Conjugated linoleic acid intake in humans: a systematic review focusing on its effect on body composition, glucose, and lipid metabolism', publicada en la prestigiosa revista Crit. Rev. Food Sci. Nutr.,se deja claro que no hay evidencias suficientes para decir que el CLA tiene el más mínimo efecto sobre la obesidad. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha sido, incluso, más contundente: el CLA no tiene ningún efecto positivo ni como molécula adelgazante, ni como producto dietético para mantener la línea, ni como suplemento deportivo... ni como nada.

¿Y la famosa coenzima Q10 sirve para algo cuando se incorpora a los complementos alimenticios? Veamos.

La Coenzima Q no se puede considerar un compuesto individual, sino que es una familia de moléculas que difieren en el número de isoprenos que posee su cadena lateral. En humanos la forma de CoQ más habitual es la CoQ10, que desempeña diversas funciones de gran importancia como las relacionadas con su capacidad antioxidante, su papel como transportador de electrones, su participación en la beta-oxidación de ácidos grasos, etc.

El hecho de que esta molécula esté implicada en los principales sistemas de obtención de energía ha provocado que diferentes sectores la hayan incluido en la formulación de sus productos. Sin embargo, las evidencias científicas de la efectividad de estos productos no están nada claras, ni tampoco su relación con la cronobiología.

Según la máxima autoridad europea en materia de alimentación, los suplementos de CoQ10 no han demostrado que puedan afectar positivamente al rendimiento físico, ni que bajen los niveles del 'colesterol malo' en humanos, ni que ayuden a mejorar la función muscular. Tampoco hay evidencias de que esta molécula pueda ayudar a regular la presión arterial, ni a proteger la oxidación del ADN, lípidos o proteínas. Por supuesto, de ayudar a adelgazar, nada de nada.

Estimados lectores, hoy les he presentado las dos caras de una importante disciplina como es la cronobiología. Mientras en los mejores laboratorios del mundo muchos científicos la estudian concienzudamente, en otros sitios se aprovechan de la buena percepción que el consumidor tiene de la ciencia para sacar suculentos dividendos comercializando productos sin ningún rigor científico. Ustedes eligen con qué opción se quedan.

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