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La cafeína está de moda

La cafeína está de moda

No existe ninguna evidencia científica que sustente la afirmación de que su consumo mejora el estado de ánimo; en el mundo de la nutrición deportiva es espectacular la aparición de suplementos con altas dosis

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Miércoles, 13 de febrero 2019, 17:51

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Hasta hace pocos años solo la encontrábamos en el café. Sin embargo, actualmente la cafeína forma parte de infinidad de productos. Zumos enriquecidos, sprays anticelulíticos, suplementos deportivos, bebidas energéticas o chicles funcionales son algunos de los ejemplos de nuevos productos ricos en esta molécula y que pueden encontrarse en supermercados, farmacias, gimnasios, herboristerías, etc. Pero... ¿cuáles de las propiedades atribuidas a esta molécula están basadas en verdades demostradas científicamente y cuáles no tienen fundamento alguno?

Para intentar responder a esta pregunta el Panel de Expertos en Nutrición, Alergias y Dietéticos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha informado que, en dosis de al menos 75 mg., la cafeína sí mejora diversos procesos cognitivos relacionados con un aumento de la atención, memoria o aprendizaje. Esto es debido, entre otras cosas, a su acción antagonista no selectiva de los receptores de adenosina. Es decir, el uso de cafeína como estimulante no es ningún mito.

Por otra parte, algunas casas comerciales se empeñan en establecer una relación entre el consumo de cafeína y una mejora en el estado de ánimo... pero va a ser que no. No existe ninguna evidencia científica que sustente tal afirmación, por lo que el uso de dicha 'health claim' (alegación saludable) está prohibido.

Uno de los sectores donde la aparición de nuevos suplementos alimenticios con altas dosis de cafeína ha sido más espectacular es el mundo de la nutrición deportiva. Bebidas especializadas, barritas, nutraceúticos y otros productos ricos en este alcaloide están a la orden del día. Sin embargo, hay que preguntarse... ¿es útil este compuesto descubierto por el químico alemán Friedrich Ferdinand Runge en 1819 para aumentar el rendimiento deportivo? Sí. La EFSA ha ratificado los estudios realizados en humanos que muestran cómo esta molécula aumenta la resistencia ante el ejercicio, siempre y cuando se consuman tres miligramos por kilo de peso una hora antes del ejercicio. A pesar de esto, los expertos han considerado que no se ha probado una relación causa-efecto entre el consumo de cafeína y un aumento en el rendimiento físico durante el ejercicio de alta intensidad y corta duración.

Para terminar este apartado relacionado con el deporte, es necesario indicar que la UE ha informado positivamente acerca de la capacidad de la cafeína para disminuir la sensación de cansancio durante la realización del ejercicio. Dicho objetivo se logrará si el deportista ha consumido, una hora antes de la realización del esfuerzo, cuatro miligramos por cada kilo que pese. Una pregunta que constantemente se hacen muchos aficionados al deporte es si la cafeína está considerada una sustancia dopante. Pues bien, la WADA (World Anti-Doping Agency) decidió suprimir la cafeína de la lista prohibida de sustancias desde el 1 de enero de 2004.

Moda y belleza

Pero no todos los productos que presentan cafeína en su composición pertenecen al sector de la alimentación. Uno de los productos estrella dentro del sector de la moda y de la belleza es un spray que promete combatir la celulitis. En la publicidad de dicho «cosmético inteligente» se explica que su fundamento científico se basa en la microencapsulación y liberación controlada de compuestos bioactivos entre los que se encuentra la cafeína. Sin embargo, no existe ningún informe oficial positivo que avale el uso de la cafeína para reducir la celulitis o proceso similar en el campo de la cosmética. Además, la UE sí que ha emitido documentos en los que se explicita claramente como, en el caso de la alimentación, no hay relación entre la ingesta de cafeína y procesos tales como la reducción del peso corporal, la oxidación de las grasas o la disminución de la grasa total.

Hasta ahora les he mostrado lo que dice la ciencia sobre la efectividad de la cafeína, pero hay un factor del que no he hablado sobre el que hay muchas: su seguridad. Una exhaustiva revisión de la bibliografía científica lleva a la conclusión de que, aunque hay varias referencias publicadas, no existe una dosis de seguridad de la cafeína claramente establecida por ningún organismo oficial en la UE. Diversas fuentes muestran que una sobredosis aguda de cafeína (aclaro que no hablamos de dosis letal) puede alcanzarse al ingerir entre 300 y 400 miligramos, dependiendo del peso corporal y el nivel de tolerancia a este compuesto de la persona que la consuma.

El consumo de dicha dosis puede dar lugar a un estado del sistema nervioso central sobre-estimulación llamado «intoxicación por cafeína» o coloquialmente «aprehensión de cafeína». Pasado ese umbral comienzan los típicos síntomas de inquietud, nerviosismo, excitación, insomnio, aumento de la micción, trastornos gastrointestinales, contracciones musculares, irritabilidad, ritmo cardíaco irregular o rápido, y agitación psicomotora.

Es posible que ustedes piensen que hace falta un consumo excesivo de alimentos ricos en cafeína para llegar a los niveles de alcaloide que dan lugar a esa sobredosis aguda, pero nada más lejos de la realidad. La concentración de cafeína presente en muchas bebidas energéticas es de 32mg/100 mL. Por tanto, la cantidad total de esta molécula que hay en un bote de 500 mL es de 160 mg, por lo que con solo dos unidades de estas bebidas, de uso muy habitual entre adolescentes, se sobrepasarían los 300 mg de cafeína. Además, estas bebidas energéticas suelen mezclarse frecuentemente con alcohol y en tal situación los umbrales de seguridad de la ingesta de cafeína pueden cambiar significativamente.

Eso sí, haría falta el consumo de cantidades desorbitadas de cafeína para alcanzar por vía oral la dosis letal media (LD 50) establecida en seres humanos en diversos estudios (150 a 200 miligramos por kilogramo de masa corporal dependiendo del peso y la sensibilidad individual). Conclusión: no hay por qué alarmarse, pero no abusen de los productos que contienen altas concentraciones de cafeína.

Concluyo. Estimados lectores, la cafeína está de nuevo de moda. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer en el campo de la funcionalidad y la seguridad de esta molécula que muchas personas, entre las que me encuentro, necesitamos para funcionar diariamente.

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