Tamara García, la arquitecta del milagro del Guadalentín

El pasado, el presente y el futuro del Alhama CF no puede entenderse sin la figura de esta murciana de 34 años. Madre y esposa, en el día a día regatea problemas, pelea cada patrocinio, resuelve trámites y marca goles en los despachos con la misma facilidad que lo hacía en el terreno de juego. Que un municipio de 22.000 habitantes juegue en la élite del fútbol femenino es, en parte, gracias al trabajo de Tamara García.

El año 2022 ha sido el del milagro del Alhama, el club más modesto de todos los que compiten en Primera División y el primero en hacerlo en la Región de Murcia. En el crecimiento del club tiene mucho que ver el papel invisible de García. Pionera en el fútbol femenino de la Región, hasta 2019 fue una de las laterales diestras más prometedoras de la tierra, partícipe siempre en grandes proyectos (Murcia, Lorca y Alicante), campeona de España de fútbol-playa e impulsora, desde las bases, de que las mujeres dieran un paso al frente en un deporte mayoritariamente de hombres. Rompió barreras en el césped y ahora lo hace en las oficinas.

La gloria que se le resistió en numerosas fases de ascenso la alcanzó curiosamente en 2022 en los despachos, con el Alhama. Era aguerrida en el verde y ahora también en la búsqueda de patrocinadores. Tenía liderazgo en el vestuario y ahora es la llave a todos los problemas del día a día: asiste a reuniones, encuentra financiación, busca alquileres a las jugadoras y resuelve trámites en las administraciones. Le quedaba fútbol para rato, pero en 2019 lo dejó todo para coordinar un proyecto del que dependen directamente más de 60 personas.

Dicen sus allegados que el ajetreo lo lleva de maravilla, porque durante más de una década trabajó de cara el público y se encargó del control administrativo de un gran gimnasio. Perseverante y entregada, Tamara García es la arquitecta en la sombra de un club que, logre o no la salvación, seguirá creciendo. Todo queda en casa en un equipo donde las jugadoras son como hijas, el entrenador (Randri García) es el marido de la directora general y el presidente (Antonio García-Águila) es su suegro.