El cielo estaba en Málaga
En un año para llorar, los aficionados del Cartagena encontraron en la madrugada del 20 de julio un motivo para que esas lágrimas fueran de ... alegría: su equipo ascendió a Segunda tras ocho años de intensa búsqueda en el pozo de la Segunda B y todas las frustraciones del pasado quedaron olvidadas cuando Marc Martínez detuvo el quinto penalti de la tanda ante el Atlético Baleares. Tuvo que venir una pandemia mundial a suspender la liga cuando el Efesé era primero para que el 'playoff' más insólito de la historia -sin público, en una misma sede y a un solo partido- acabara con el regreso de un equipo de la Región a la división de plata. UCAM y Lorca, los anteriores, bajaron nueve meses después de subir. El Cartagena lucha para que no le suceda lo mismo.
El cielo estaba en Málaga para el Efesé. Y cerca de allí, en Baeza (Jaén), lo encontró el ciclista muleño Luis León Sánchez, quien a sus 36 años logró por fin el título de campeón de España en ruta. Se apuntó a última hora al Nacional y aprovechó la ausencia de los mejores corredores del país, concentrados en modo burbuja de cara al Tour de Francia, para aprovechar una avería de Jesús Herrada en la última curva y ganar una prueba que se le resistió durante muchos años.
Julio fue también un mes inolvidable para el joven tenista Carlos Alcaraz, de 17 años. El de El Palmar, frenado por el confinamiento tras su prometedor debut en febrero en Río de Janeiro, ganó la Liga Mapfre en Villena el último domingo de este mes y arrancó una extraordinaria racha que en los dos meses siguientes le llevó a conquistar tres torneos ATP Challenger, el de Trieste, el de Barcelona y el de Alicante.
También emergió la mediofondista murciana María Martínez Alburquerque, de 19 años, quien completó un verano de ensueño. En cada carrera pulverizó su marca anterior y demostró que es la gran promesa del atletismo regional. Corre en 3.000 obstáculos y 5.000 metros.
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