El reto de fabricar el futuro

Cuando no levantaba dos palmos del suelo, Mercedes Pelegrín (Murcia, 1992) ya se tomaba las Matemáticas como un juego, como un «reto» en el colegio. Un desafío que superaba siempre con sobresaliente mientras la mayoría de sus compañeros, como ha ocurrido tradicionalmente con esta asignatura, sudaban la gota gorda para tragar con semejante 'hueso'.

Enamorada de los números desde que tiene uso de razón, graduada por la Universidad de Murcia (UMU) en Matemáticas e Ingeniería Informática, y máster en Matemática Avanzada, Pelegrín fue elegida en noviembre por el Euro Wisdom Forum como una de las doce jóvenes europeas más influyentes en el campo de la investigación operativa. «La ciencia que estudia la toma de decisiones», define ella misma un campo tan amplio y tan determinante que lo mismo se aplica en la estrategia de Defensa de un país que en la planificación de una red de puntos de recarga para coches eléctricos en las ciudades. En la fabricación de certezas futuras durante el presente más incierto.

Sobre los vehículos del futuro, precisamente, trata el proyecto de Uber en el que participa Mercedes Pelegrín como investigadora posdoctoral en la École Polytechnique, en París. Los «coches voladores» que veremos en las ciudades dentro de «unos pocos años», esos «drones para el transporte aéreo de pasajeros» que circularán por el aire de las metrópolis más pronto que tarde, tendrán los genes murcianos de esta apasionada del sol y las marineras.

Se reconoce poco amiga de mitos y celebridades comunes. Así que nombra referentes muy cercanos para conquistar horizontes lejanos. Su padre, el catedrático de Matemáticas de la UMU, Blas Pelegrín; o el director de su tesis, Alfredo Marín, son los auténticos «inspiradores» de una trayectoria brillante a la que le quedan muchas luces por el camino hasta su particular mundo feliz. Nada que ver con aquella distopía que imaginó Aldous Huxley, y que tanto le impactó de joven. Este será el mundo real de Mercedes Pelegrín, que ella misma construye para todos con sus propias manos murcianas y geniales.