El teatro en las venas

Si Esperanza Clares no va al teatro, el teatro va a ella. No habían transcurrido ni dos meses desde que se decretara el estado de alarma cuando la intérprete, junto con todo el equipo de Alquibla, hizo lo impensable: dramaturgia en vivo y a través de la pantalla. La compañía que fundó con Antonio Saura allá por 1984 bautizó la pionera experiencia como 'Rumbo a lo mejor', una suerte de sinónimo de su nombre que indica el camino hacia el teatro de la nueva era.

Clares -expresidenta de MurciaAEscena- encabeza el futuro de las artes escénicas en la Región, un mañana que se retransmite a través de Zoom. Mientras los puristas se aferran al tipo de teatro que más disfrutaría el virus de la Covid, la actriz y productora -que no deja de ser una 'baby boomer'- abraza todas las posibilidades que le brindan las nuevas tecnologías. La algezareña concibe 'Alquibla espacio virtual' como un complemento, nunca un sustituto, un 'salvavidas' durante los peores momentos de 2020 por el que apuesta en el presente.

Sus treinta y seis años de carrera sobre los escenarios son solo el aperitivo de lo que, espera, sean otros tantísimos más. Para la también dramaturga el teatro «es algo vital». Su hija Alba, a la que admira profundamente, lo sabe bien. A ella le ha entregado la herencia de las artes escénicas y no tiene miedo de admitir que, la que considera su mejor obra, se ha convertido en una versión muy mejorada de sus padres.

De entre la extensa colección de personajes a los que ha dado vida, recuerda con cariño a Electra y Lady Macbeth. Mujeres marcadas por un carácter fuerte y atravesadas por unos conflictos internos especiales, que le resultaron muy gratificantes de interpretar. Trabajadora incansable, metódica y muy estructurada, prefiere dejar los retos para el teatro. Desearía que el que considera el peor año para Alquibla -después de que se cancelaran todas las funciones programadas a partir de marzo- fuera solo una «mala pesadilla». Un sueño del que despertar justo a tiempo para volver al teatro.