Símbolo de igualdad en los estrados

Alicia Negre

Jueves, 24 de diciembre 2020, 00:12

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Ascensión Martín se sabe un símbolo. Esta magistrada de dilatada y exitosa trayectoria, con 32 años de ejercicio a sus espaldas, asumió el pasado verano el último reto de su carrera. «El colofón», como ella misma confiesa. Nueva portavoz nacional de la asociación Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), es la primera mujer en ostentar ese cargo. A sus 68 años y con los estragos de la crisis del coronavirus como telón de fondo, esta componente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia se atreve a colocarse al frente de la asociación judicial más progresista. Uno de esos símbolos que, remarca, son «importantes» en un panorama en el que, pese a que el 56% de las plazas de la carrera judicial tienen ya nombre femenino, la igualdad no se aplica aún en las altas esferas. La presencia femenina es abultada, hasta mayoritaria, en los juzgados de primera instancia e instrucción. En órganos superiores, sin embargo, la proporción es todavía residual. No en vano, Martín, que cuenta con un horizonte de trabajo de dos años, reivindica que lleguen más mujeres al Tribunal Supremo y a las presidencias de los tribunales superiores y de las audiencias provinciales. Uno de esos logros que espera ver cumplidos antes de abandonar una carrera que aprendió de la mano de su padre, durante años presidente de la Audiencia Provincial de Albacete.

Madre de tres niños, conoce al dedillo el sacrificio personal y familiar que supone la conciliación de la carrera profesional con la familiar. «La sociedad ahora está más preparada, pero en los 80 no existía el Plan Concilia y fue muy duro», recuerda. Tras una 'tournée' de varios años por los juzgados de Caravaca, Totana y Lorca, Martín se convirtió en la primera jueza de Menores de Murcia, un cargo que ocupó durante tres lustros. Si cada magistrado guarda en la memoria un caso que marcó su carrera, el de Martín, sin duda, fue el del 'asesino de la catana' -el menor José Rabadán mató a sus padres y a su hermana pequeña de nueve años-, sobre el que tuvo que dictar justicia. «Me impactó muchísimo».