Ni con esas

Desde el minuto uno los responsables nacionales de Cs fueron muy claros. La opción preferente era el PP y solo si esta fallaba se estudiaría pactar con el PSOE. Eso sí, siempre que dejara de ser el PSOE. A Diego Conesa le exigieron renegar en público de su líder nacional. Él lo puso fácil con su renuncia a subir impuestos y abriendo la puerta al 155 en Cataluña. Pero ni con esas.

Con unas cartas tan marcadas desde el principio, no fue raro que populares y liberales alcanzaran un acuerdo para repartirse los cargos en el Ejecutivo. Pero aún quedaba el escollo de Vox, dispuesto desde el principio a hacer pasar un calvario a Fernando López Miras si quería superar la investidura en la Asamblea.

Vaya que si costó. Abascal confió las negociaciones a un viejo conocido popular, Luis Gestoso, que fue director general de Emergencias durante ocho años y se marchó dando un portazo tras la apuesta por Pedro Antonio Sánchez en lugar de por Alberto Garre. La venganza se sirve fría y Gestoso encontró su momento de gloria.

La cuerda se tensó hasta el punto de que el primer intento de investidura de López Miras acabó en 'gatillazo'. Pero ni con esas pierde el PP el poder en la Región. La sangre no llegó al río y, con un par de gestos por aquí y por acá, el PP se fue de vacaciones revalidando el gobierno, para llegar a los 28 años.

Así que se formó el Ejecutivo PP-Cs, el primero de coalicion en la historia. Este queda a merced de un partido que pone en duda el buen hacer de los profesores de la Educación pública, que cuestiona derechos de quienes aman a personas de su mismo sexo y que llama «conejos» a los hijos de madres solteras. Nos espera una legislatura muy entretenida.