Aeropuerto, autovías y Camarillas, no está mal

Sin duda que se ha notado la mano del 'lobby murciano' en el Ministerio de Fomento, la del secretario de Estado Pedro Saura, a la hora de desatascar e impulsar estos proyectos que se arrastran desde hace muchas décadas. La Región de Murcia está de buena racha y 2019 ha sido un año dorado en infraestructuras, por lo que cabe esperar que prosiga esta tendencia en 2020, pese a que, paradójicamente, el Gobierno central maneja unos Presupuestos prorrogados. Crucemos los dedos para que no se frene la velocidad de crucero que llevan las obras ya en marcha: por un lado el soterramiento de las vías en Murcia, con la segunda fase que empezó en septiembre y que permitirá la llegada del AVE; y por otro lado la ejecución de tres importantes tramos de autovías que han recibido en este ejercicio su impulso definitivo en el vial del Reguerón, el Arco Noroeste de Murcia y los dos tramos que faltan de la autovía del Altiplano, que pondrán a Murcia y Valencia en menos de dos horas.

El gran acontecimiento de 2019, en tanto que rodeado de pompa y circunstancia, fue el estreno agridulce del aeropuerto de Corvera, previo cierre de la terminal de San Javier. Fue la primera vez que Aena cerraba un aeropuerto suyo para abrir otro en concesión. La polémica sigue no obstante, ya que el tráfico de Corvera satisface al Gobierno regional y a Aena, pero genera decepción social porque no tiene una alta ocupación y no cubrirá los costes para las arcas autonómicas.

La apertura de Camarillas, el hito ferroviario, trajo los trenes híbridos. Otro objetivo cumplido. Poco a poco...