¿Se imagina morir a solas, un día de verano, estrellado su avión en el mar?
LA VERDAD elige a los 20 'Murcianos del Año 2019' para aplaudirles sus méritos y agradecérselos; en el nombre del diario y de la sociedad a la que representan, de la que se nutren en mayor o menor medida y a la que hacen sentirse orgullosa
Cuenta de maravilla el escritor Santiago Gamboa, cómo el controlador aéreo y poeta Ivo Morales, hace ya muchos años, acompañó con su voz a un ... piloto inglés que, agotado ya por completo el combustible de la avioneta con la que sobrevolaba el Atlántico, en mitad de la noche y tras haber sido sorprendido por una tormenta que le obligaba a volar en zigzag, estaba condenado a caer al agua. Morales y el piloto, a través de los audífonos, conectaron muy bien desde el primer momento y el primero hizo todo lo posible por tranquilizar al segundo, que al enterarse de que estaba hablando con un poeta, le pidió que le recitase algunos poemas. Y eso hizo, recitarle, por ejemplo, destacados versos del entusiasta de la vida Walt Whitman y, también, de la 'Balada del viejo marinero', de Samuel Taylor Coleridge, en cuyas palabras deslumbrantes un hombre batallaba contra la furia del mundo. Finalmente, a ruego del piloto, Ivo Morales terminó por recitarle algunos de sus propios poemas, mientras se acercaba irremediablemente, como arrastrado por un río de lava invisible, el momento de que el avión se estrellase contra esa soledad infinita que ofrece el océano cuando se convierte en fosa.
Transcurrido mucho, mucho tiempo, el 26 de agosto pasado, durante las primeras horas de una prometedora mañana de verano, un avión C-101 del Ejército del Aire se precipitó en aguas del Mediterráneo frente a La Manga del Mar Menor. Lo pilotaba el comandante Francisco Marín Núñez, destacado integrante de la Patrulla Águila, quien falleció en el acto, él sí que en mitad de un silencio en el que no pudo encontrar consuelo, o compañía, en alguna voz que, al menos, no le permitiese morir tan solo. El dolor se instaló como una maldición en la Academia General del Aire, en San Javier, y golpeó el corazón de una Región, la nuestra, que no ha vivido para nada su mejor año. Tomemos nota.
Fue, ese accidente mortal de finales de agosto, el arranque de unos últimos meses del año que han azotado esta Región de un modo feroz: no había pasado ni un mes desde el fallecimiento del comandante Marín Núñez, cuando otro accidente en pleno maldito vuelo acabó con los futuros del comandante Daniel Melero Ordóñez y de la alférez alumna Rosa María Almirón, estrellados también contra nuestras aguas. No mucho después, también sin piedad, la DANA descargó grandes cantidades de desgracias, en forma de lluvias torrenciales y desbordamientos, por fortuna tan solo materiales pero de consecuencias devastadoras para muchas familias, especialmente residentes en municipios del Mar Menor y, con especial violencia, sobre las que mantienen vivo Los Alcázares durante todo el año; es muy difícil que podamos olvidar aquellos días de diluvio y desastre que nos impactaron.
Y pasó la DANA, pero no llegó la calma: el Mar Menor se colapsó, debido a tantos años de desidia(s) y ceguera(s), y el mundo entero pudo ver cómo miles de peces muertos en sus orillas componían una estampa apocalíptica que desató una oleada de estupor, indignación, tristeza y, eso espero, también de vergüenza. Una catástrofe medioambiental cebándose sobre esa maravilla que nos fue regalada, y de la que poder sentirnos muy orgullosos, que lejos de cuidar hemos destruido. Si bien, como escribió nuestro director, Alberto Aguirre de Cárcer, «si este gigantesco eco internacional sirviera para conservar nuestra gran joya natural y toda la biodiversidad que cobija, esa mala imagen que soportamos sería más llevadera porque, por encima de la reputación colectiva, está el valor de la vida».
No, tampoco es que todo haya sido negativo en 2019, empezando porque aquí seguimos, vivos y sin que todavía hayan doblado por nosotros las campanas, y porque se han producido reacciones de la sociedad civil que resultan esperanzadoras y ha sido mucha la gente que, con su trabajo diario, ejercido con responsabilidad y pasión, con esmero, ha hecho posible, y sigue haciéndolo, que pese a las adversidades el pulso de la cotidianidad, del día a día, en nuestras ciudades y pueblos, en nuestras comunidades de vecinos, en los parques infantiles y en aquellos lugares en los que vamos apurando la vida, el orden no se desmorone y casi siempre encontremos solución a los problemas, los inconvenientes, a casi todo lo sorprendente que aparece y te hace ir sumando desconciertos.
Propiedad, cultura, justicia
De entre tanta buena gente, de entre quienes son ejemplo para los demás, por sus méritos profesionales y por su forma de agarrar con astucia la vida por los cuernos, entre la firmeza y la ternura, o por abrir nuevos caminos que conduzcan a una sociedad mejor, más próspera, culta y justa, en ese orden o en el que usted prefiera, la Redacción y la Dirección de este diario han elegido a los 'Murcianos del Año 2019'; y lo han hecho para aplaudirles y agradecerles sus méritos, el esfuerzo y la convicción de que perseguir los sueños no resulta baldío.
Son trece mujeres y once hombres, de edades muy diversas, que sumados forman un equipo humano que te invita al optimismo: mujeres haciendo historia, talento y sensibilidad artística a raudales, compromiso con sus semejantes, pasión por la investigación, empresarios de éxito, deportistas admirables, espíritus generosos... Son cinco investigadores, seis artistas y creadores, seis deportistas, tres empresarios, una política y un representante de la sociedad civil, Leandro Sánchez, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Usuarios y Consumidores de Cartagena y Comarca 'Fernando Garrido' (Favcac), entidad que organizó la gran movilización -55.000 participantes- que el pasado 30 de octubre tuvo lugar en Cartagena, convocada bajo el lema 'SOS Mar Menor' con el fin de «exigir a los políticos que actúen de forma eficaz para la recuperación de nuestro Mar Menor». Veremos...
Todos ellos protagonizan estas páginas para dejar claro que, en muchas ocasiones, querer es poder, y que, en efecto, siempre será mejor actuar que lamentarse. Eso pensamos quienes hacemos este periódico, convencidos de que el esfuerzo de todos por mantenerles bien informados, desde el rigor, la pluralidad y la búsqueda de la excelencia, tiene hoy más sentido que nunca en mitad de un panorama de vértigo, cuajado de confusión informativa y manipulaciones descaradas de la realidad que ya están resultando un peligro evidente que empieza a quemar.
Mirada de amor
He aquí una heterogénea y valiosa galería de murcianos destacados de este 2019 que se termina de consumir. Con ellos se encontrarán a continuación en estas páginas, fotografiados por los profesionales de LA VERDAD, arropados por el diseño de Mar Saura, y explicados sus méritos por los siguientes redactores y colaboradores: la diseñadora Paula Cánovas del Vas (por Manuel Madrid); el director del área de investigación de IBM a nivel mundial, Dario Gil (por Zenón Guillén); el torero Paco Ureña (por Francisco Ojados); la chef María Gómez (por Pachi Larrosa); la primera presidenta de COEC, Ana Correa (por Gregorio Mármol); el actor Jaime Lorente (por Rubén Bastida); la boxeadora Mari Carmen Moreno (por Paco Lastra); las deportistas Mayte Mateo, Consuelo Campoy y Noelia Montoro (por José Otón), el investigador José Matías Peña (por José Alberto González); el delegado en la Región de la Agencia Estatal de Meteorología -Aemet-, Juan Esteban Palenzuela (por Daniel Vidal); el pintor Gonzalo Sicre (por Rosa Martínez); los investigadores José María López Lozano, Arielle Beyaert y César Nebot (por Javier Pérez Parra); el empresario Carlos Muñoz (por Manuel Buitrago); el bodeguero José María Vicente (por Sergio Gallego); Leandro Sánchez (por Antonio López); la campeona de España de doma clásica adaptada, Carmen López (por Francisco J. Moya); la lanzadora de peso Úrsula Ruiz (por Fernando Perals); la científica María Trinidad Herrero (por Marta Semitiel); la política María Dolores Muñoz (David Gómez), y la actriz Marta Nieto, espléndida en la película 'Madre', de Rodrigo Sorogoyen. Su mirada acoge todo el amor, el dolor y el misterio del mundo y de la vida.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión