El activista defensor del Mar Menor

Lo lleva en las venas y grabado a sangre y fuego en su interior. Ese ADN que le impide quedarse sentado ante una injusticia social se lo enseñó su padre desde muy pequeño, manifestación tras manifestación. Él, Leandro Sánchez (Cartagena, 1966), hace lo mismo ahora con su hija de 22 años, para quien lucha y se rompe la cara con quien haga falta para dejarle un legado como el que él disfrutó. Por eso, se niega a que el Mar Menor muera, por eso lanzó un SOS al mundo por el «lamentable» estado de la laguna y por eso reunió el pasado 30 de octubre a cerca de 55.000 personas en Cartagena, para gritar a los cuatro vientos medidas urgentes contra la contaminación y soluciones definitivas para «salvar» la albufera.

Este luchador incansable de 53 años, bazanero y presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena, es el 'alma mater' de un movimiento que llevó el pasado 6 de diciembre a Madrid su grito de SOS Mar Menor a la manifestación organizada con motivo la Cumbre del Clima de Madrid. No piensa quedarse ahí. Ese clamor está dispuesto a llevarlo hasta Bruselas si hace falta.

Su faceta de activista apenas le deja tiempo para sus pasiones: viajar, hacer senderismo y submarinismo, leer lo último de Paul Auster y escuchar discos de Ryuichi Sakamoto. Está seguro de que aún se está a tiempo de evitar la «defunción» de la joya natural de la Región. «El Mar Menor está en la UCI y, entre todos, debemos sacarlo del hospital. Tenemos que recuperar este patrimonio para nuestros hijos», alienta.

Su afán reivindicativo le hizo presidir también la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, con la que sacó a la calle a más de 12.000 personas en octubre de 2013. Fue una movilización ciudadana como no se recordaba desde la crisis industrial, veinte años atrás. Desde entonces, ha ampliado el campo de sus denuncias a cualquier recorte sanitario: desde prescindir de áreas de hospitalización hasta los colapsos en Urgencias, pasando por los cierres de consultorios en verano.

Hasta la fecha, Leandro Sánchez ha resistido los cantos de sirena de los partidos que le han invitado a entrar en política, en cargos de confianza o como candidato electoral. Él siempre ha permanecido firme, en su sitio, defendiendo unas ideas a sangre y fuego desde el movimiento asociativo.