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Solo Valverde se atreve a discutir la situación hegemónica de la mujer en el deporte murciano, en el que destacan los nombres en lugar de los equipos. Apellidos a falta de camisetas. Esta situación, ya conocida, se ha recrudecido este curso, con Ana Carrasco, Eva Navarro, Laura Gil y el infatigable Valverde incensando un panorama regional en el que, sin embargo, vuelve a destacar la ausencia de grandes clubes de fútbol capaces de luchar por la crema y nata de las competiciones.

El desconchón del fútbol lo mitigan deportes no menos importantes, pero sí de menor calado, principalmente el fútbol sala, en el que destaca la presencia de firmas voluminosas por todos reconocibles: justo lo que falta en el fútbol, donde el entusiasmo de personas, movidas por un interés bien personal o bien general, está paliando la ausencia de un respaldo empresarial verdaderamente importante. Así, además de la resurrección de ElPozo, que ha movido ficha agitando una situación enquistada, destaca el título del Jimbee. El equipo de Roldán ganó en Primera femenina tras la llegada de Vanessa Pereira, que dio el impulso definitivo a un proyecto sustancioso, que eclosionó en un club que ha redoblado su apuesta con la entrada en el fútbol sala masculino. Ha llegado con más fuerza que acierto, pecando de bisoñez, pero se le ven las ganas y el empuje necesarios para arrumbar al fin las muletas en el fútbol sala cartagenero.

A nivel de equipo, el UCAM de baloncesto casi alcanzó el Olimpo en la Champions, encontrando en Europa el asidero que se le resiste en la Liga, una competición de largo aliento con conjuntos bien pertrechados, en la que se notan más las estrecheces de un presupuesto limitado. Y a nivel individual, siempre nos quedará el grito de Valverde al cielo de Innsbruck, más levadura en un currículo robusto. Su Mundial refrenda algo que todos sospechábamos: que es el mejor deportista en la historia de la Región mientras no se demuestre lo contrario. 2018 deja a la posteridad su nombre junto al de Ana Carrasco, la primera mujer en ganar un Mundial de motociclismo. Su determinación, su sonrisa ancha y dental, el 'Ride like a girl' de su camiseta y su corona la han llevado de Cehegín al cielo. Bravo por ella.

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