El valor alternativo de producir algarrobas

En pleno combate contra el cambio climático y ante las constantes dificultades para obtener recursos hídricos, «el algarrobo se muestra como un claro cultivo alternativo en todo el arco mediterráneo». Así lo afirma Miguel Ángel Domene Ruiz, responsable del Área de Alimentación y Salud en la Estación Experimental Cajamar. Domene explica que este árbol, tradicionalmente cultivado en la zona y que ahora vuelve a recuperarse poco a poco (tras lustros en los que la producción de su fruto apenas rondaba el millar de toneladas anual, ahora se vuelven a superar las 3.000 toneladas en la Región de Murcia), «ya se perfila como modelo de negocio en zonas degradadas sin recursos hídricos». Estas mismas páginas de 'AGRO' recogieron hace unos meses el creciente interés del sector por recuperar este cultivo, al albur principalmente de distintos estudios e investigaciones que avalan sus buenas cualidades.

En un artículo publicado el pasado mayo por el servicio de innovación de Cajamar, Domene Díaz abunda en que su fruto, «la algarroba, ha conseguido cambiar la consideración que de ella se tenía, y ya no es el alimento infravalorado de antaño destinado a alimentación animal». El químico añade que «hoy tiene el prestigio de los 'superalimentos' cargados de propiedades, todo ello avalado por estudios científicos».

El investigador concreta en que es «una especie muy valorada por su composición nutricional y saludable, como hemos podido corroborar en los estudios realizados en los centros experimentales del Grupo Cooperativo Cajamar», que cuenta con estaciones de ensayos en El Ejido (Almería) y Paiporta (Valencia). En estos trabajos se hacomprobado «que se muestra como un fruto apto para alternativa como fuente proteica vegetal», y como «una buena fuente de fibra». También «puede ser una excelente de potasio, calcio y hierro, además de ser un alimento con muy bajo contenido en sodio». El texto incide en sus cualidades quimiopreventivas, inmunodepresoras y hasta antidiabéticas, por lo que «la algarroba se sitúa en la base de cualquier pirámide alimentaria», afirma.

«En conclusión», apunta el experto, «podemos afirmar que hablamos de una especie 'top' en modelos bioeconómicos sostenibles».