Un nuevo cítrico se asoma al campo

Parece un limonero, pero sus frutos, pese a lucir amarillentos, tienen el aspecto de una naranja. El árbol también es similar, pero las espinas que lo protegen indican que esto es otra cosa. Es el yuzu, un cítrico cultivado en Japón que lleva ya tres años dando frutos en el Centro de Demostración Agraria del Llano de Molina, en Molina de Segura, dentro de una parcela de 4.900 metros cuadrados donde comparte vivencias con otras 32 variedades de cítricos. Aquí se ensayan con nuevos taxones de naranjas, limones, mandarinas y pomelos para mejorar las producciones de nuestro agro, y también con productos exóticos, como la mano de buda, el caviar cítrico, el kumquat, la lima mexicana, el calamodin, el pummelo Chandler y el faustrime; todos ellos tratando de pasar el riguroso examen al que les someten los técnicos con vistas a aprobar las difíciles oposiciones a un puesto en la agricultura regional. Uno de ellos, nuestro yuzu, lleva camino de conseguirlo.

De uno de los árboles ya «se han obtenido 30 kilos, una cosecha importante», según la Consejería de Agricultura, encargada de gestionar estas pruebas con nuevos cultivos a través del Servicio de Formación y Transferencia Tecnológica. Los responsables de la investigación definen al yuzu, originario de China y cultivado en Japón, como un cultivo «que produce frutos ácidos y muy aromáticos cuyo sabor recuerda a una fusión de pomelo, lima, mandarina y mango».

En todo caso, su gusto al paladar no es demasiado importante, ya que no se suele comer directamente, sino que se emplea extrayéndole el jugo y su cáscara para elaborar cosméticos y cocinar, «ya que tiene grandes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas y un alto contenido en vitamina C». Se trata de «uno de los ingredientes estrella en la cocina japonesa», afirman en el citado departamento.

De momento solo se han realizado ensayos sobre una posible alternativa a otros cultivos con mercados más maduros que ahora se producen en la Región. Su éxito en el sector está por ver, pero, para ayudar un poco, parte de la cosecha obtenida en el Llano de Molina acabará en la escuela de hostelería de la Región de Murcia y en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (Cifea) de Molina de Segura, con el objetivo de que alumnos y profesores vayan practicando «distintos aprovechamientos de este cítrico tan versátil».

Alguna compañía, como Alma Secret, ya se ha lanzado en la Región de Murcia a utilizar el yuzu en sus productos. El aceite Firming Yuzu Body Oil, concebido para distintos tratamientos de la piel, rebela en su propio nombre la utilización del cítrico. Entre sus usos también destaca su capacidad para aromatizar recetas tanto dulces como saladas. «Por eso se ha hecho tan popular más allá de Japón y los cocineros de diferentes partes del mundo utilizan su jugo y la ralladura de su cáscara para salsas (como la famosa salsa ponzu), sopas, pescados, verduras y ensaladas, entre otros». En el caso de los dulces, añaden en el Servicio de Formación y Transferencia Tecnológica, «su uso es similar al del clavo o la canela, por su poder aromatizante, y funciona muy bien en merengues, helados, cuajadas, mousse, mermeladas y gelatinas».