Jesús López Baquero: «Acabamos de vivir la mayor sequía de la historia, pero el pedrisco ha sido peor»
Los expertos llevan tiempo advirtiendo de que cada vez serán más frecuentes episodios climatológicos extremos, como las DANA y las olas de calor y, de hecho, ya estamos acumulando experiencias que lo confirman. Jesús López Baquero, director territorial de Agroseguro en el Sureste, hace balance.
–¿Cómo están influyendo estas circunstancias en los seguros agrarios?
–La influencia más directa la vemos en el aumento constante de las indemnizaciones que venimos sufriendo. En 2022 alcanzamos en España la mayor cifra de indemnizaciones de la historia del seguro agrario, con 767 millones de euros, y ahora en 2023 ya estimamos que vamos a superar los 1.150 millones. La Región de Murcia no es diferente, y en las últimas dos campañas nuestros daños han ido en aumento. En 2021 cerramos con indemnizaciones superiores a los 70 millones de euros, en 2022 nos acercamos a los 93 millones y la estimación para 2023 ya supera los 85 millones de euros. Además está influyendo en el constante desarrollo del seguro agrario, que está adaptando las coberturas y garantías a las necesidades de los productores.
–¿Tienen alguna estimación acerca de la evolución que van a tener este tipo de fenómenos?
–No tenemos una estimación a modo de modelo predictivo, lo que tenemos es la experiencia de la evolución que vemos que están teniendo los fenómenos meteorológicos adversos durante las últimas campañas. Las tormentas de pedrisco solían ser más localizadas, y ahora nos estamos acostumbrando a ver como cada vez son más intensas y abarcan más terreno. Las DANA, o gotas frías, eran más habituales en septiembre y afectaban a la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. Ahora solo este mes ya llevamos tres y también se han extendido al valle del Ebro y el interior peninsular. Además, cada vez se registran temperaturas más extremas, tanto altas como bajas. Así que, sí observamos fenómenos cada vez más extremos y dañinos.
Cada vez se producen fenómenos climatológicos más extremos y dañinos
–Si se incrementan los riesgos de experimentar este tipo de fenómenos, ¿se acabarán incrementando los precios de los seguros para hacerles frente?
–Nuestra experiencia nos dice que la severidad del clima es creciente, y que, además no parece que sea algo coyuntural. Actualmente el sistema de seguros agrarios está específicamente preparado para afrontarlo, y de hecho lo está haciendo con eficacia año tras año. Precisamente una de las grandes ventajas de nuestro sistema es que las entidades se agrupan en régimen de coaseguro, lo que hace que el riesgo se reparta entre todas ellas, lo que facilita la capacidad para asumir el pago de las indemnizaciones. Además, no hay que olvidar que el seguro agrario cuenta con el respaldo del reaseguro del Consorcio de Compensación de Seguros, que asume el exceso de siniestralidad, y que también contamos con un reaseguro privado. Es decir, el seguro agrario tiene capacidad de respuesta. Pero también es verdad que hay que saber que para que sea sostenible a largo plazo no podemos dejar de vigilar la evolución y ajustar las condiciones año tras año. Es tarea de todos, también los productores deben adaptarse a los cambios para mantener sus expectativas de producción y buscar fórmulas para adaptarse a la realidad climática.
–¿Se está incrementando en paralelo la atención que prestan los agricultores a los seguros?
–En el sector agrario esa conciencia de tener una buena cobertura existe como en ningún otro. Su exposición es mucho más elevada que en otros sectores, y la percepción del riesgo es cada vez más clara. Una cosecha se puede perder completamente en un solo día por el pedrisco, en un fin de semana por una helada o en una campaña seca, que es algo cada vez más habitual. Muchas explotaciones serían inviables sin seguro.
–¿Cuál es la salud de los seguros agrarios de la Región?
–Consideramos que buena. Lo frutales, por ejemplo, cuentan en esta región con una implantación superior al 90%. Los cítricos y la uva de mesa, rondan el 60%,... Sin embargo, en hortalizas apenas roza el 30%, por lo que tenemos que seguir trabajando. Los capitales asegurados, que es el valor de las producciones que se aseguran, vemos que van en aumento en los últimos años. Entre el 2021 y 2022 han crecido casi un 8%, hasta superar los 1.280 millones de euros, y este año lleva camino de seguir creciendo. A la espera de los resultados definitivos, creo que el seguro en nuestra región goza de buena salud.
En 2022 alcanzamos la mayor cifra de indemnizaciones en el país, 767 millones, y ahora vamos a superar los 1.150 millones
–¿Háganos un balance de lo que llevamos de año?
–La meteorología no nos da tregua. A nivel nacional hemos vivido el peor siniestro de sequía de la historia, y sin embargo para nosotros el riesgo más dañino ha sido el pedrisco. Desde la primavera, hemos sufrido hasta nueve episodios de nubes, y el mes de septiembre está resultando dramático. En total, este fenómeno ha provocado indemnizaciones estimadas superiores a los 44 millones de euros, afectando frutales, cítricos y hortalizas. Pero además hemos sufrido daños por helada, con una previsión de casi 8,5 millones de euros; por lluvias, más de cuatro millones y más de tres millones de euros por daños de sequía (nada comparable al resto de España, pero ahí lo tenemos también). A todo esto, hay que unir que la adversa meteorología también ha causado daños por mal cuajado, que superan los 18 millones de euros de indemnizaciones estimadas. En total, la previsión actual apunta a que la Región de Murcia cierre el ejercicio con más de 85 millones de euros de indemnizaciones. Me gustaría recordar que los seguros agrarios están subvencionados tanto por el Ministerio de Agricultura, como por la Consejería de Agricultura. Se trata de la mejor herramienta que tienen los productores para recuperar las pérdidas por fenómenos meteorológicos. Se tiene que entender como un gasto más de cultivo.