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Imagen de Leo Ferrero (hacia 1922/1923). Nacho García / AGM

La protesta contra el fascismo de Leo Ferrero

La profesora de Filología Italiana de la UMU María Belén Hernández publica por primera vez en español un texto del dramaturgo turinés contra los totalitarismos que fue muy representado en América por la actriz Margarita Xirgú

Sábado, 13 de abril 2024, 07:29

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Esta es «una historia muy larga», advierte María Belén Hernández, profesora titular de Filología Italiana de la Universidad de Murcia. Un drama de Leo Ferrero, titulado 'Angélica', traducido en 1937 por el director de escena y escritor Cipriano de Rivas Cherif, cuñado de Azaña [último presidente de la Segunda República Española], en el exilio de Suiza. Fue representado en favor de la República por Margarita Xirgú, pero había permanecido inédito por distintos azares hasta que Renacimiento acaba de publicarlo en un precioso volumen. María Belén Hernández es una de las piezas que han hecho encajar el enrevesado puzle.

Una historia muy larga, insiste, «porque yo tenía el encargo de publicar esto casi hace diez años, y ha salido muy tarde porque esperaba la editorial adecuada». Al final dio con ella. En Sevilla, cuartel general de Renacimiento, empresa fundada en 1981.

Dos autores singulares. Rivas Cherif, una leyenda del teatro español, muy olvidada también, fue director artístico de obras de Federico García Lorca como 'Yerma', estrenada en 1934 en el Teatro Español de Madrid con Margarita Xirgú («actriz de inmaculada historia artística, lumbrera del teatro español y admirable creadora del papel», dijo Lorca). Y Leo Ferrero (1903-1933), dramaturgo criado entre la intelectualidad turinesa que acaba sus días en Santa Fe (Nuevo México, Estados Unidos). «Leo es un hallazgo como escritor», reconoce la italianista.

María Belén Hernández durante la entrevista con LA VERDAD antes de la presentación del libro esta semana en los VII Encuentros con la Literatura en la Universidad de Murcia, donde estuvo acompañada por el profesor Manuel Martínez Arnaldos y la actriz Blanca Escobar.

«Fue a través de un grupo de investigación en el que vimos las traducciones de los ensayistas italianos de principios del siglo XX en España e Hispanoamérica». Descubrieron que este autor estaba supuestamente publicado en Argentina, pero no en España, «aquí no lo conocía nadie porque estaba en contra del fascismo y fue en los años en que aquí empezó la guerra civil». Su vida fue, para más inri, muy breve, pues muere en un accidente de tráfico antes de cumplir los 30 años.

La familia de Leo Ferrero sí era más conocida, pues sus padres [el catedrático de historia Guglielmo Ferrero y la psicoantropóloga Gina Lombroso], sí tenían literatura publicada en España. «Y él estaba destinado a lo mismo, a ser conocido como sus padres, solo que fue un autor precoz y 'Angélica' es una joya», insiste María Belén Hernández, «relacionada con la lucha contra el fascismo, con la intención de hacer un alegato, no tanto contra Mussolini, sino contra cualquier totalitarismo». Ferrero la escribe fuera ya de Italia, y en este texto advierte sobre la amenaza que representa para Occidente el absolutismo, la dictadura, la autocracia, la tiranía... tenga el rostro y la voz que tenga. «Ferrero se alarma, por ejemplo, de que hasta Francia esté sucumbiendo. Estaba muy molesto e inquieto, más que por los dictadores, por el pueblo que se deja manejar y no piensa, que no es crítico, cuando siente que es más cómodo para un pueblo dejarse llevar que protestar. Pienso que esto está igual de vigente hoy. Por eso entiendo que es una obra que hay que reivindicar porque también dentro de la literatura italiana sigue siendo desconocida».

Un panfleto en Buenos Aires

Cómo llega la traducción de Rivas Cherif -asistente dramático de la compañía de la Xirgú- a María Belén Hernández tiene su miga. «Yo estaba haciendo la investigación sobre todos los ensayos que se habían publicado en la revista 'Sur' [surgida en 1931], dirigida en Argentina por Victoria Ocampo. Hice la recensión de todos, y aparece en el catálogo de traducciones la obra de Leo Ferrero 'Angélica', pero no estaba traducida en ningún sitio, físicamente el libro no se encontraba en ningún sitio». Comía ansias y se puso a buscar aquella rareza con voluntad arqueológica, «y vi que estaba puesta la obra en las carteleras del Teatro Colón de Buenos Aires, con Margarita Xirgú, al mismo tiempo que la obra 'Bodas de sangre', de García Lorca, y del homenaje al poeta y dramaturgo de Granada que le brinda la intelectualidad del momento, con Pablo Neruda y Octavio Paz».

Portada de 'Angélica' en la que aparece Margarita Xirgú en una representación de este papel junto con el actor que interpreta el papel de Orlando vestido con el uniforme del ejército republicano.
Imagen - Portada de 'Angélica' en la que aparece Margarita Xirgú en una representación de este papel junto con el actor que interpreta el papel de Orlando vestido con el uniforme del ejército republicano.

Se decía que 'Angélica' había sido publicada al español en 'Sur', pero no da con ella. «En el panfleto del teatro aparecía que la traducción de 'Angélica' la había traducido Rivas Cherif, y me puse en contacto con su hijo, Enrique de Rivas, que era un poeta de gran talla. El hombre no usaba mail ni teléfono móvil, y le escribí una carta. Tenía seis meses residencia en Italia, seis meses en México. Enrique me dijo que no sabía nada de esta obra. Fue a los papeles de su padre a mirar. Y al cabo de dos semanas me remitió una carta diciéndome que, en efecto, entre los papeles de su padre había encontrado el manuscrito inédito: a máquina en cuartillas de carboncillo y papel de avión, de aquellos que te daban tres copias, y que estaba ahí 'Angélica'. Solo le faltaba la última página traducida. Era el manuscrito que le había dado a Margarita Xirgú para representar la obra».

María Belén Hernández le preguntó a Enrique de Rivas si era posible publicar el manuscrito inédito encontrado entre los papeles de su padre 85 años después. Su respuesta fue la esperada: «Por favor, publíquelo». La profesora e investigadora de la Universidad de Murcia se empleó en la edición crítica, tomando la edición italiana [que habían hecho en Italia] y la edición francesa [original]. «El manuscrito lo pasé, lo anoté, y me puse a buscar editor, pero todos los sitios donde fui a buscar me decían que no sabían dónde meter una obra de teatro de principios del siglo XX». En ese tiempo fallece Enrique de Rivas, que legó el manuscrito para su publicación, que no pudo ver impresa la edición española de 'Angélica'. «Los avatares del texto y su belleza son muy singulares. Sin duda, merece la pena que se difunda por su simbolismo e interés para la memoria del teatro de la resistencia».

Para Hernández, 'Angélica' es un libro «muy especial», «no por mí, sino por el encargo que recibí, por la responsabilidad de tener ese manuscrito en mi casa, que lo tengo todavía, por supuesto, y por la trascendencia de esta obra. Margarita Xirgú, a la que el golpe de Estado en España le pilla de gira en América, la siguió representando en Uruguay «porque a ella la dejan fuera de juego cuando se pierde la guerra, y tampoco la dejaron vivir en Buenos Aires». La mítica actriz de Molins de Rey falleció en Montevideo en 1969.

María Belén Hernández le preguntó a Enrique de Rivas si era posible publicar el manuscrito inédito encontrado entre los papeles de su padre 85 años después. Su respuesta fue la esperada: «Por favor, publíquelo»

'Angélica' sería representada también en Polonia y en otros países del Este. «Sé -recuerda María Belén- que en Costa Rica la puso en valor el mismo Rivas Cherif, pero nunca la publicó, y eso se debe a lo que digo en la introducción, que hubo un conflicto de intereses con José Bianco, secretario de la revista 'Sur', que pensaba traducirla».

Aquí hubo dos cosas, aclara la investigadora. Por una parte, «el hecho de que en Argentina no quisieran a los republicanos», y Rivas Cherif es «cuñado de Azaña y, al tiempo, jefe de la diplomacia española en Ginebra durante los años de la guerra». Rivas Cherif conoció a los padres de Leo Ferrero, que representaban en París la obra de su hijo muerto en América, y además, con gran recibimiento del público francés, representada por la Compañía Georges Pitoëff [actor, director de escena, traductor y escenógrafo francés de origen armenio y ruso; director, entre otros, del Théâtre des Champs-Elysées y Théâtre des Mathurins de París], que era el teatro más moderno que se hacía en ese tiempo. «Todos quedaron impactados entonces por el mensaje político de la obra», expone la profesora.

Leo Ferrero en Leo Ferrero Ulivello en 1932. Centro: Gina Lombroso y Leo; Buenos Aires, 1907. La familia Ferrero en Laigueglia, 1912-1913; Guglielmo Ferrero y Nina Lombroso, padres de Leo Ferrero, junto a Leo, y la pequeña Nina -que aún vive y reside en Estados Unidos-. Fotos del libro 'El muro transparente'

García Lorca, recién asesinado

«Lo que pensó Rivas Cherif es traducir la obra de Leo Ferrero y ponerla al servicio de la República española. De hecho, la representaban junto a los textos de García Lorca, que acababa de ser asesinado en 1936». Pensaban que en Argentina sería posible representarla igual, «pero el grupo 'Sur' era muy ecléctico, y no querían un giro a la izquierda con gente implicada en el gobierno de la República. Al final, se fueron a México, pero antes de ir a México, Rivas Cherif estuvo encarcelado durante diez años en distintos penales y condenado a muerte. Era, además, italianista, había estudiado cuatro años en el Colegio de España en Bolonia, después de hacer la carrera en Madrid, de modo que tenía conocimientos de italiano, aunque esta obra la tradujo del francés».

'Angélica' fue escrita originalmente en francés. Leo Ferrero se exilia voluntariamente de Italia cuando Mussolini [funda el Partido Nacional Fascista en 1921y toma el poder en 1922] estaba cercando su casa, en la que estaba con su familia bajo arresto domiciliario. «Cuando consiguió el pasaporte, sus padres le dicen: 'Te vas a París, y no vuelves'. Y él escribe la obra en ese momento con esa experiencia tan terrible de haberse negado a abrir cartas, de tener a los espías en el mismo jardín, a sus padres les prohíben publicar... Una vez instalado en París, Leo Ferrero se considera ya un escritor francés, no quiere tener nada que ver con Italia, y tiene valor 'Angélica' por su vocación universal». Sus padres todavía están retenidos en Italia cuando escribe 'Angélica' en 1932, por eso la deja en un cajón y no decide publicarla por entonces. Es en 1933 cuando se marcha a Estados Unidos -con una beca en Yale-, muere en un accidente, y sus padres, ya en el exilio en Ginebra, se encuentran con la obra de su hijo que acaba de morir, y deciden publicarla en francés e italiano.

Descubierto en Ginebra

Leo Ferrero escribió poesía, teatro, novela y, sobre todo, «ensayos superagudos sobre el malestar de la cultura italiana». La madre encontró consuelo por la muerte de Leo haciendo campaña a favor de 'Angélica' en Suiza y en Argentina, donde Rivas Cherif la vio representada.

'Angélica' es una farsa, simbólica y existencialista, como las de títeres de García Lorca, que tiene como protagonistas a personajes tipo de la Commedia dell'Arte que podrían representar a cualquier sociedad, desde el académico sabiondo que se las da de listo, el artista de pago [que no es artista de verdad], la bella... El día de bodas de Angélica, el dictador, que se llama Regente, reivindica el derecho de pernada. «Una cosa absurda, ¿verdad?», resopla María Belén Hernández, «porque lo hace solo por tirarse un farol, y nadie protesta. Orlando, el protagonista, la salva, y el pueblo se organiza y el regente cae. Se declara una democracia, y al final la gente tiene miedo de asumir la libertad. ¿Entonces? El pueblo prefiere al regente». En la portada del libro publicado en Renacimiento vemos a Margarita Xirgú y a Orlando vestido con el uniforme del ejército republicano. Un grito de libertad universal.

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