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Homenaje a Stan Lee. Así ha recreado para el suplemento 'Ababol' de 'La Verdad' el dibujante Juan Álvarez lo que sentía de niño al ver al célebre Thor. JA
Mundos, cerebros y manos

Mundos, cerebros y manos

«Para mí estaban Thor, Spiderman y los demás. Y allí estaban todos, en los quioscos, luciendo músculos y traumas. Y detrás de todos, un señor llamado Stan Lee»

JUAN ÁLVAREZ DIBUJANTE

Lunes, 19 de noviembre 2018

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No recuerdo bien la primera vez que cogí un tebeo de superhéroes, pero debía tener yo unos ocho o nueve años, y eso, para situaros, sería a finales de los 60, principios de los 70. Yo leía en aquellos años, sobre todo, historietas de Bruguera, es decir, Mortadelos, Hermanas Gilda, Don Pío o mi admirado Sir Tim O'Teo. Aunque no tenía ningún problema para leer ambos géneros tan diferentes, he de confesar que siempre me decanté por la comicidad, por lo menos en esa temprana edad.

En mi memoria aún conservo dos portadas que me llamaron la atención, una era de Spiderman y la otra de un personaje con capa, musculoso y con un martillo enorme en la mano; sí, habéis acertado: era Thor. No recuerdo muy bien la aventura, pero sí que era capaz de volar y de estampar el martillo (el martillo Mjolnir, qué nombre) contra los malos u otra amenaza, dejándolo todo hecho mistos. Me fascinaba lo bien dibujado que estaba el efecto del impacto, con su onomatopeya correspondiente, tipo 'KABOOOOM'. En cuanto a Spiderman, me encantaba que fuera una persona normal (todo lo contario que Thor), que fuera joven, que tuviera novia y que nadie supiera que detrás de ese chico tímido estaba el hombre araña. Un chico enclenque que luchaba contra megamalos y les ganaba a todos.

Luego estaban los otros superhéroes, porque para mí, estaban Thor, Spiderman y los demás. Y allí estaban todos, en los quioscos, luciendo sus músculos y sus traumas (esta palabra la conocí mucho después, claro). Y detrás de todos un señor llamado Stan Lee, el que se lo inventó todo.

¿Quién se fija en los autores, en sus nombres, cuando lee un cómic o un libro a ciertas edades? Yo pensaba que el autor de todo aquello era López Espí, que era el que firmaba todas las portadas. Pensaba, como muchos niños, que el dibujo era todo.

En la infancia solo piensas en la fascinación de las aventuras, en sus héroes. Piensas en ti como protagonista de esas aventuras, las vives con intensidad y las recreas. ¿Y el creador de todo eso?¿El soñador que hace soñar? Solo el tiempo te desvela sus nombres y es entonces cuando eres consciente de que aquellos mundos fueron creados por cerebros y manos. Y aprendes palabras como creador y guionista. Desde mi atalaya de adulto, te doy las gracias como niño que fui, Stan Lee.

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