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La vida es el accidente definitivo

MANUEL CIFO

Lunes, 1 de octubre 2018, 22:31

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«Es un error dar por hecho lo que fue contemplado». Con esta cita, leitmotiv de la trilogía, el autor transmite que, en realidad, el error es dar por hecho que el pasado es algo definitivamente cerrado, ya que, según él mismo afirma, «la mayor red social no es ninguna de internet, sino la que une a vivos y muertos. Y todos y cada uno de nosotros estamos conectados con un muerto de alguna guerra».

En el primer libro, titulado 'La isla de San Simón' (Combustibles fósiles), un escritor es invitado a participar en las terceras jornadas sobre redes digitales, durante tres días de octubre de 2014. Para su ponencia se sirve de un libro titulado 'Aillados', basado en los años en que esa isla fue campo de concentración para presos republicanos de la guerra civil. Acabado el congreso, decide quedarse solo en la isla para investigar las historias de los presos y, casi un año después, se traslada a Nueva York y Montevideo para continuar con sus pesquisas.

El Libro Segundo, el más flojo de la trilogía y el más inconexo estructuralmente hablando, está protagonizado por Kurt, el cuarto astronauta del Apolo 11, de quien no se tenía noticia alguna porque su única misión era filmar las escenas del alunizaje. Este hombre confiesa haber sido piloto en Vietnam y haberse cebado con la población civil por puro placer, pues, al igual que ocurre con las actuales guerras de Afganistán y Siria, «el vacío entra en tu cabeza y anula la capacidad de juzgar».

En 'Normandía (Los amos de la noche)', la mujer del escritor protagonista del primer libro realiza un viaje por los mismos lugares que cuatro años antes ambos habían recorrido juntos, porque él lleva dos años desaparecido y ella quiere que este viaje sirva como una especie de «llamada al buzón de voz de un muerto». En conjunto, se trata de un ambicioso proyecto que aúna elementos históricos, científicos y políticos, con imágenes muy poéticas y oníricas, a veces un tanto irracionales, como ocurre con las apariciones de los espíritus de Dalí y Lorca, en el primer libro, o los mensajes que la madre de Kurt le manda desde el más allá mediante fragmentos de radiografías.

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