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Sobre la desilusión

Nicolas Mathieu escribe una novela generacional ambientada en los noventa, en la región de Lorena

J. ERNESTO AYALA-DIP

Lunes, 23 de septiembre 2019, 22:14

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La llamada narrativa de generación es casi un género. Como bien lo indica su nombre, indica el comportamiento de un segmento de población en un periodo determinado de la historia reciente de un país. La que hoy comento es una novela de una generación, incluso de un país y de una región. Supongamos que alguien hubiera escrito una novela sobre el desmantelamiento de los astilleros en Cádiz. Hubiera descrito ese fenómeno industrial y sus consecuencias sociales, humanas y personales. No sé si esa novela se ha escrito, lo digo ya. Pues aquí tenemos una novela de generación. Se trata de 'Sus hijos después de ellos', del escritor francés Nicolas Mathieu, galardonada con el Premio Goncourt del 2018.

'Sus hijos después de ellos' trata de la crisis industrial que sufrió la región de la Lorena, en el noreste de Francia. Bueno, mejor dicho, trata de la vida de un chico de 14 años llamado Anthony que está incrustado en esa crisis. Todo ocurre a comienzos de la década de los noventa del siglo pasado. La voz que narra es omnisciente. Esta voz nos recuerda mucho a los narradores omniscientes de Balzac, campeón absoluto, junto con Flaubert, de la novela generacional. ¿De qué generación de franceses nos habla esta novela? De los que por esa época tenían la edad de su protagonista. De él y el grupo de amigos que lo rodea, chicos y chicas que estudian en el mismo instituto.

El registro de esas relaciones que utiliza Mathieu para describirlas es casi naturalista. Tiene que ser así porque lo que une a estos chicos, a esta generación, es el sexo y un porvenir que va cambiando según a la clase social a la que pertenezca cada uno de ellos. Aquí se impone una evidencia sociológica que el autor no desperdicia. Puede resultar extraño que chicos y chicas de distintos niveles sociales alternen los mismos espacios de ocio, de aburrimiento o esperanzas y desesperanzas. No hay que olvidar que en Francia la enseñanza es pública, y por tanto es lógico que se dé esa mezcla social. Mathieu nos dice que estos chicos solo son iguales cuando hacen el amor o se entregan al alcohol o a algún que otro chute de maría. En las perspectivas de futuro, en el interior de sus casas, todo cambia. Hay quien quiere y puede llegar a la Universidad y quienes ni lo sueñan.

Nicolas Mathieu ha escrito una formidable novela a la altura de los días que padece la juventud. Porque lo que ocurrió en Francia en los noventa vuelve a ocurrir hoy en todo el mundo. La desilusión también se ha globalizado.

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