La Humanidad regresa a la edad de piedra en 'El tiempo de las plantas'

Alejandro Galindo se dejó llevar un verano y se sumergió en la escritura y la ilustración de esa historia. «Con el tórrido calor de agosto, surgían algunas ideas muy locas, pero me propuse quitarme de en medio lo más posible. El autor no se hace responsable ni tiene por qué participar de las opiniones y comentarios de los personajes -dice medio en broma, medio en serio-», aunque sí reconoce su mano en «la composición de cada página y cada viñeta, muy repensadas», cuenta sobre el intenso trabajo preliminar para crear los personajes, definir cómo piensan, crear los fondos en los que se desenvuelven y desarrollar su primera novela gráfica.

Tenía como asignatura pendiente crear una historia larga y decidió presentarse con ella a la convocatoria de Acción Cultural Española, dependiente del Ministerio de Cultura y Deportes, y la Ciudad Internacional del Cómic y de la Imagen (Angoulême) en 2020, con el apoyo del Instituto Francés de España y la Embajada de Francia en España, para optar a una beca de seis meses en La Maison des Auteurs (La Casa de los Autores) de la citada ciudad para «promover la creación en el ámbito de la historieta gráfica».

Dicho y hecho. Alejandro hizo las maletas y se instaló durante seis meses en la animada ciudad francesa -buena parte de sus calles y plazas están decoradas con murales de dibujantes de cómics y hay monumentos y rincones dedicados a autores como Hergé, Uderzo o personajes como Corto Maltés, además de ser sede de la Feria Internacional del Cómic desde 1974, una de las más importantes a nivel mundial-.

En el estudio que compartía con Sole Otero, artista argentina con la que trabó una sólida amistad, le atrapó el confinamiento por la pandemia -entre enero y junio de 2021, con las restricciones aún vigentes hasta inicios de mayo, que comenzó la desescalada francesa- y decidió sacarle partido a la adversidad y hacer lo único que se podía hacer: «Trabajar a tope. He dibujado como nunca en mi vida», y dejarse absorber por el encanto de una «profesión muy bonita. Otra cosa es, ¿se puede vivir de esto?».

Agradecido a la pandemia -y a Pili Muñoz, directora de La Maison, y a Brigitte por su apoyo-, que le permitió «resolver en tan poco tiempo esta novela», ahora sale a la luz gracias a una propuesta de la editorial Sallybooks, a la que cautivaron las páginas de lo que «parece una historia juvenil de aventuras, pero que cuestiona nuestro papel como humanos en este mundo y lo que somos capaces de hacer en pos de una quimera que nos haga más felices, pero que nos mantiene muy apartados de lo que realmente somos. Pero, sin dar lecciones de nada».

'El tiempo de las plantas' es un regreso a la edad de piedra, rodeados de un mundo que ya no comprendemos; una vuelta a un planeta dominado por la naturaleza, «algo que hemos podido ver durante el confinamiento: lo rápido que animales y plantas retomaron su posición y conquistaron espacios» cuando la Humanidad se encerró en casa. «Artísticamente, me gusta que la naturaleza gane temporalmente», dice refiriéndose a una historia que ha sido calificada para mayores de 18 años «porque se ven dos lanzazos y cuatro culos», pero que su autor considera que debería ser apta para todos los públicos y cuenta que «tiene un punto de humor importante, algo que siempre quiero aportar».

Con una paleta de colores en la que predominan los tonos ocres, tierra, grises y verdes, Alejandro Galindo define un estilo en el que captura la esencia del arte primitivo «que me llama mucho la atención» y le aporta «toques ingenuos y naíf» para sumergir al lector en un futuro aparentemente hoy descabellado pero quizá no tan improbable.

«En un mundo que ha olvidado sus males, emerge uno nuevo. Uno donde la naturaleza crece salvaje e impone sus reglas, también entre los nuevos humanos que pueblan la Tierra. Un futuro tan poético como crudo, tan lento como inexorable. La nueva humanidad crece entre las zarzas y el legado de una civilización marchita y caduca. Un reinicio cíclico, una nueva oportunidad...», resume Sallybooks sobre 'El tiempo de las plantas'.

«A ver cómo funciona estas navidades», plantea Álex, que reconoce que en el mercado editorial la cosa se complica bastante.

-¿Qué dirías para animar a comprarla y leerla?

-Que se compren un árbol y lo planten [bromea entre risas]. Yo ya he hecho mi trabajo, que sea lo que quiera el gran espíritu [invoca]. La criatura ya ha nacido -se publicó el 24 de noviembre y ya está a la venta en Historietas-, a ver si tiene suerte, crece arropada y encuentra padrinos. Si va bien..., quizá me pueda dedicar a esto.

Lo dice Alejandro Galindo (que lleva 30 años ilustrando la vida) como el que reza una oración o hace una ofrenda. «Si con la ayuda de la beca he tardado dos años en hacerla, sin ella podría dedicarle a otra novela gráfica entre 4 y 8 años», calcula este versátil dibujante que lo mismo caricaturiza con trazo firme y agilidad de lince a un personaje de actualidad, que crea mundos fantásticos con los que atrapar a los más pequeños.