El 27 en femenino
José Luis Ferris no se limita a regalarnos una selección de autoras bastante desconocidas, sino que nos ilustra con una larga introducción en la que sitúa su contexto
María Parra Soler
Profesora de Lengua y Literatura del IES Diego Tortosa de Cieza y profesora asociada de la UMU
Sábado, 10 de diciembre 2022, 10:14
El próximo año mucha gente se hará eco, sin duda, de que se cumple el 125 aniversario del nacimiento de Federico García Lorca, de Vicente ... Aleixandre y de Dámaso Alonso, grandes poetas de le generación del 27, pero seguramente nadie se acordará de que también nacieron en 1898 otras grandes cultivadoras de la poesía como Rosa Chacel, Concha Méndez o María Luisa Muñoz de Buendía.
Y es que, desgraciadamente, estas y muchas otras autoras, que escribieron en el mismo tiempo que los famosos del 27, no aparecen en ninguno de los libros de texto que manejamos en los centros educativos, al estar ensombrecidas por la fama y el prestigio de los poetas coetáneos.
Es por ello por lo que la última obra de José Luis Ferris, 'Mujeres del 27', viene a paliar esta situación de desigualdad a todas luces injusta. Si los admiradores del poeta-pastor oriolano debemos estar tremendamente agradecidos al autor por habernos descubierto con tanta profundidad la biografía de Miguel, ahora todos los amantes de la poesía le debemos un agradecimiento no menor por habernos regalado esta antología de las mujeres/poetas del 27 de la que muy poco sabíamos hasta ahora.
'Mujeres del 27. Antología poética'
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Introducción y edición José Luis Ferris.
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Editorial Austral. Colección: Contemporánea | Serie Poesía. 492 páginas.
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Precio 14 euros.
La labor de Ferris ha consistido en desvelarnos con una selección muy cuidada la obra de 17 autoras sirviéndose de un criterio cronológico, pues se centra en las nacidas entre 1895 y 1910, es decir, en la misma orbita de los poetas de esa generación. Y así nos da a conocer la figura y la obra, entre otras, de Rosa Chacel, Concha Méndez, Ernestina de Champourcin, Ana Mª Martínez Sagi, Elisabeth Mulder... o de las más cercanas a nosotros, Carmen Conde y María Cegarra.
Pero no se limita José Luis Ferris solo a regalarnos una selección de autoras bastante desconocidas, sino que, antes de hacernos saborear esos versos salidos de estas voces femeninas, nos ilustra con una larga introducción en la que sitúa a estas autoras en su contexto social y literario, dándonos las claves necesarias para conocer y valorar mejor su material poético, pues detrás de él se deja traslucir que se trata de una generación que comparte la valentía para lanzar un grito de rebeldía ante una sociedad que no valoraba a la mujer más que en el ámbito doméstico, ámbito del que salieron pues su inquietud y su deseo de saber les hizo explorar nuevos caminos en la sociedad y en la literatura, caminos en los que Ferris nos hace gozar mientras recorremos las páginas de su libro.
Carmen Conde, María Cegarra, Rosa Chacel, Concha Méndez, Ernestina de Champourcin, Ana María Martínez Sagi y Elisabeth Mulder figuran entre las 17 autoras incluidas
Páginas que nos descubren a unas mujeres que tienen en común unas biografías apasionantes, salpicadas de viajes por Europa e incluso América, de aventuras y desventuras sentimentales, de detalles transgresores con una sociedad no muy comprensiva y de presencia en dos entidades que tuvieron que ver mucho en el desarrollo personal, social y cultural de estas mujeres, la Residencia de Señoritas y el Lyceum Club.
Pero, si estas mujeres salen ahora a la luz gracias a las investigaciones de José Luis Ferris es, fundamentalmente, por la calidad literaria de sus versos que nacen de una inspiración femenina sometida a los influjos de varios movimientos de tonos muy diversos, desde ecos becquerianos a reflejos del surrealismo, pasando por huellas modernistas rubenianas o de la poesía pura juanramoniana, sin olvidar el neopopularismo de tono andaluz.
Y así, encontramos ejemplos de algunas reminiscencias lorquianas en algunos versos de Elisabeth Mulder:
«Verde sobre verde / y entre los dos, oro. / Esmeralda vida, como fruta verde, / y entre los dos, oro. / Y la brisa muerde / el verde / y el oro».
O, en el otro extremo, huellas de vanguardias como el surrealismo en algunos ejemplos de Lucía Sánchez Saornil:
«Bocas hediondas ametrallan la noche. / Los hombres que tornan del domingo / con mujeres marchitas colgadas de los brazos / y un paisaje giróvago / en la cabeza vendrán soñando un salto prodigioso / para que el río acune su sueño».
La detallada y fecunda introducción va seguida por unas catas en las diversas poetas seleccionadas, de cada una de las cuales nos ofrece Ferris un acercamiento a su biografía y a su quehacer literario y una selección de algunos de sus poemas. Y así descubrimos detalles vitales curiosos como el noviazgo de Concha Méndez con Luis Buñuel o su trabajo con el mono de faena en la imprenta de su marido, el poeta Altolaguirre, o la veneración de María Cegarra por su hermano enfermo, o la intensa amistad de Elisabeth Mulder y Ana María Martinez Sagi, o los detalles de admiración de Juan Ramón Jiménez por la cartagenera Carmen Conde, o tantos otros episodios que hacen aún más interesantes las semblanzas de estas mujeres que Ferris ha rescatado casi del anonimato.
Se trata, por tanto, de un libro de obligada lectura para aquellos amantes del arte lírico que disfrutábamos hasta ahora de los versos de los grandes del 27, pero que apenas teníamos conocimiento de su correlato femenino, unas mujeres que unían delicadeza y rebeldía, sensibilidad y valentía, ternura y decisión y cuya vida y obra vienen a confirmar aquellas palabras de Bécquer en las que define a la mujer como «el verbo poético hecho carne».
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