Contra la deshumanización
Ordine se apoya en textos clásicos para sostener su tesis de que cada ser humano es parte de un todo que abraza y por el que es abrazado
J. ERNESTO AYALA-DIP
Sábado, 8 de octubre 2022, 00:33
Supongo que los amantes de los buenos libros deben recordar 'La utilidad de lo inútil', del profesor y estudioso de la literatura y el pensamiento universal, el italiano Nuccio Ordine. Ese libro fue una llamada de atención contra la frivolidad de lo que el sistema, desde hace mucho tiempo, nos indica que es útil. En ese enconado proceso de lavado de cerebro masivo nace la dicotomía entre lo que es útil para nuestra vida y lo que es inútil. En ese sistema de creencias, un poema es algo inútil. Recuerdo a propósito de esto lo que un día me contó un amigo que le había ocurrido en Buenos Aires en los años sesenta: un policía lo para en la calle para pedirle la documentación, mi amigo se la da y el policía le pregunta en qué trabaja y mi amigo le responde que es poeta (llevaba publicados tres libros de poesía) y el policía le dice: «No, le pregunto en qué trabaja». Ahora Nuccio Ordine publica un libro que yo me atrevería a decir que es un manual del pensamiento de bolsillo para hojearlo cuando nuestro sentido de la bondad, la justicia y el hermanamiento va haciendo aguas. 'Los hombres no son islas' es el último texto del ensayista italiano.
Antes que nada digamos que lo que más me ha asombrado es la manera de exponer esa idea central, que los hombres no somos islas. Somos parte de un todo que nos abraza y al que abrazamos, o como mínimo deberíamos imponernos el deber de hacerlo. El libro lleva un subtítulo para reforzar el empeño de nuestro autor, que reza 'Los clásicos nos ayudan a vivir'. Empecemos por el principio. ¿Cómo diseña Ordine su texto? Lo hace a partir de dos fragmentos que nos explican el mecanismo del libro y su contenido y propósito moral. Primero un texto de Montaigne: «Hago decir a los otros lo que yo no soy capaz de decir tan bien, sea por la debilidad de mi lenguaje, sea por la debilidad de mi juicio».
Y así procede Ordine. Nos transcribe a sus lectores el fragmento de un pensador y lo comenta a la luz del contenido del segundo fragmento que nos transcribe, de John Donne y que dice: «Ningún hombre es una isla, ni se basta a sí mismo; todo hombre es una parte del continente, una parte del océano. Si una porción de tierra fuera desgajada por el mar, Europa entera se vería menguada, como ocurriría con un promontorio donde se hallara la casa de tu amigo o la tuya. La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque soy parte de la humanidad». Esto forma parte de la mitad del libro, que el autor llama humildemente 'Introducción'. La otra mitad son fragmentos de otros autores, filósofos, novelistas y poetas que Ordine comenta dedicándoles más espacio, siempre al hilo del texto de Donne. Un libro absolutamente imprescindible.