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Búsqueda de la luz perfecta

Búsqueda de la luz perfecta

Relato de un manuscrito extraviado de un Ramón y Cajal al borde de la muerte

ANTONIO PARRA SANZ

Lunes, 17 de diciembre 2018, 22:28

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Como si se tratara de la espoleta de un potente artefacto, el hallazgo casual de un manuscrito científico atribuido a Ramón y Cajal va a poner patas arriba la vida de varias personas, empezando por la mujer que lo encuentra y continuando por su jefa, Estefanía, que trabaja en una pequeña editorial y verá en ese texto la oportunidad de dar a la luz algo de lo que el propio Cajal no pudo disfrutar.

Alberto de la Rocha se proclamó vencedor, con esta novela, del LXIV Premio Ateneo Ciudad de Valladolid, y no fue solo por el recurso de contar con un manuscrito perdido y hallado, debió de ser más bien por la pintura de caracteres que lleva a cabo, por la personalidad de su Estefanía, sometida a una brusca ruptura sentimental casi al tiempo que el manuscrito llega a sus manos. O acaso por la enigmática personalidad de Fabio, el profesor universitario, seductor de mil batallas, a quien ella pide consejo sobre el texto de Cajal. Quizá por la figura de Beatriz, la última alumna conquistada y después rechazada, y que De la Rocha cataloga como algo más, mucho más, que una simple lolita. Y tampoco podemos olvidarnos de esos capítulos en los que asistimos a las últimas vivencias de Santiago Ramón y Cajal, peleándose con el tiempo y con su propio cuerpo para no sucumbir antes de haber puesto punto final a su trabajo.

Son varios los méritos que atesora la novela y, sin embargo, ninguno con más posibilidades que los otros, entonces el mérito está en la mesura, en el término medio, en la calma con la que transcurre la prosa y con la que, salvando dos o tres saltos puntuales en el tiempo, el autor nos conduce a través de la historia, desde aquella 'cueva' en la que el reputado científico se recluía, hasta Burdeos en el camino del germánico destino final. Una calma que se agradece para que reparemos en las líneas fundamentales de la obra: la inseguridad de Estefanía, los quebraderos de cabeza de Fabio y su no pequeño orgullo, la pasión que la joven Beatriz siente por su profesor, la liviandad de Javier, la ex pareja de Estefanía, capaz de dinamitar su círculo de amigas, los deseos frustrados de Bárbara, la dueña de la editorial, y, cómo no, la búsqueda de la luz perfecta, del saber y del reconocimiento mundial, que impulsa a Cajal en sus últimos días.

Todo confluirá poco a poco en un desenlace inesperado, en el que el manuscrito volverá a ser de nuevo el mayor protagonista.

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