La discreción que mantiene el pintor Vicente Ruiz en sus
relaciones con la sociedad no impide que sus méritos artísticos
sean reconocidos dentro y fuera de su tierra natal. Dedicado casi
íntegramente a solucionar los problemas que sus obras le plantean,
con el fin de que en cada exposición lleguen al público con el
signo de las mejores hechuras, la mayor parte de sus horas las pasa
recluido en su estudio. Pese a esto, o quizá por esto, sus
méritos son frecuentemente reconocidos. Si hace tres años fue
elegido miembro de la Academia de Bellas Artes Virgen de la
Arrixaca, la pasada semana fue distinguido con el Premio Elio, que
concede la Asociación de Amigos de la Cultura, de Lorca, su ciudad
natal. Como alguien ha escrito, «Vicente Ruiz se ejercita en
la más sincera dignidad pictórica». Enhorabuena.
LA VERDAD
Viernes, 17 de junio 2016, 08:20
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