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Javier Jiménez Leciñena, contratado predoctoral en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia. JOSÉ LUIS ROS CAVAL / AGM
La vida en casa según lo 'queer'

La vida en casa según lo 'queer'

Una investigación de la Fundación Séneca estudia la relación con el ámbito doméstico desde la perspectiva de personas LGTBIQ+

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Lunes, 19 de octubre 2020, 21:16

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Con el reconocimiento de la existencia de diferentes identidades de género, que no se quedan en lo masculino y lo femenino, sino que admiten la posibilidad de que una persona se sienta identificada con un género distinto al que se le asignó al nacer, también surgen líneas de investigación que se ocupan de conocer más en profundidad los escenarios a los que se enfrentan y cómo se afronta el día a día desde su perspectiva.

En el caso de los estudios 'queer' que abordan cuestiones espaciales, la mayoría colocan el espacio público como el objeto principal de su investigación. Y según Javier Jiménez Leciñena, contratado predoctoral en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, «es de suma importancia que se siga investigando esta esfera pública, ya que es fundamental en las conquistas reales de derechos y en nuestra existencia visible como personas LGTBIQ+, pero ¿qué sucede con aquella esfera doméstica que parece quedarse escondida tras su propia intimidad? O, más bien, ¿qué implica para sujetos disidentes el imperativo 'intimidad'? Me interesa especialmente reflexionar sobre qué suponen las domesticidades (las tradicionales y las alternativas) para las personas 'queer'».

El término 'queer' se relaciona con una identidad sexual o de género que no corresponde a las ideas establecidas de sexualidad y género. Por tanto, apunta el investigador, que «por ejemplo, en la infancia, el entorno familiar puede ser un lugar de incomprensión y violencia para niños y niñas queer, pero también un lugar de aceptación; en la edad adulta, mudarse a un piso con tu pareja siendo abiertamente queer suele ser una experiencia cuando menos delicada, ya que te insertas en un vecindario estructuralmente heteronormativo con un modelo fijo de 'familia'». Por todo ello, Jiménez Leciñena cuenta con una beca de la Fundación Séneca-Agencia Regional de Ciencia y Tecnología, para la elaboración de su tesis doctoral, titulada 'Espacios y experiencias (pos)domésticas queer en el arte contemporáneo y la cultura visual', dirigida por los doctores Miguel Ángel Hernández Navarro y Juan Antonio Suárez Sánchez.

«El poder reconfortante del arte y la cultura en general puede funcionar casi como una suerte de refugio posdoméstico en sí mismo»

«Considero necesario que repensemos qué nuevas domesticidades se han generado y generamos cuando nosotros y nosotras, como personas LGTBIQ+, habitamos esas espacialidades a priori conflictivas. Así como qué parentescos creamos y cómo afectan a la noción de familia incardinada con esa idea de hogar. Y opino que el arte es un campo perfecto para explorar todas estas problemáticas», afirma.

Con ese concepto de lo posdoméstico queer, pretende englobar las diferentes vivencias contemporáneas en entornos domésticos por personas LGTBIQ+ y otras identidades no normativas. Se podría definir como una serie de posicionamientos críticos a la hora de relacionarse con este espacio privado –históricamente centrado en la producción de la familia nuclear heterosexual–, y encaminados a crear una domesticidad 'alternativa'.

Lo virtual

«Para la elaboración de este término tentativo –explica el investigador– partí de la suma de dos aproximaciones previas. Por un lado, el concepto de 'queer domesticity' del teórico australiano Gorman-Murray, en tanto que experimentación eminentemente queer del espacio privado; y la 'posdomesticidad' del pensador Paul B. Preciado, como una transformación de la estructuración de género clásica del hogar, provocada por su intensa explicitación a través de los medios de comunicación de masas. En suma, esta teorización de lo doméstico que propongo tendría como pilares fundamentales el componente transgresor de las políticas de género y la sexualidad disidentes (lo queer) y su presencia conectada a través de Internet y lo virtual (lo posdoméstico)».

«Me interesa especialmente reflexionar sobre qué suponen las domesticidades (las tradicionales y las alternativas) para las personas queer»

El objetivo de su proyecto es rastrear en el arte y la cultura visual, del mundo contemporáneo, aproximaciones disidentes a la domesticidad más hegemónica realizadas por personas y artistas queer. Además de trazar una cartografía de reflexiones, críticas y vivencias que se refieran a esa nueva (pos)domesticidad queer de la que ha hablado. El investigador de la Fundación Séneca considera que «es importante adentrarnos en las producciones artísticas que apuntan hacia nuevas direcciones en la creación de espacios seguros para sujetos no normativos en esta sociedad cisheteropatriarcal, no solo porque nos muestran maneras diferentes de hacer, sino porque el poder reconfortante del arte y la cultura en general puede funcionar casi como una suerte de refugio posdoméstico en sí mismo. Por ello creo que también el aspecto creativo que se da en Internet apunta hacia maneras queer de dirigirnos a los espacios de siempre y a entender los más recientes».

Hipótesis de partida

Advierte Javier Jiménez que en un estado tan inicial de su tesis, «todo son hipótesis de partida». Toda esta investigación parte del Trabajo Fin de Máster en el que analizaba los selfies que hombres gays realizaban en entornos domésticos para sus dinámicas de ligue. «Mi intención era preguntarme qué suponía que un cuerpo disidente se personificara sin tapujos como sujeto deseante en un enclave tan heteronormado como es el entorno doméstico, que halla su inteligibilidad en el rechazo de cualquier identidad alejada del concepto de familia productiva heterosexual y sus valores. Además, entraba en juego la práctica fotográfica y cómo su multiplicación y difusión podía cambiar o alterar los valores asociados a esa domesticidad tradicional: conceptos como privacidad, intimidad o refugio», señala.

Ahora, le siguen interesando estos productos visuales, pero querría ampliar más el foco y, en definitiva, analizar qué papel juega la imagen en este tema. Toda su reflexión gira en torno al estudio del poder de la imagen en su potencial constructor de identidad y espacios alternativos a la norma.

Mensaje

El doctorando de la Universidad de Murcia se muestra entusiasmado ante todos los estudios que, desde una óptica feminista y 'queer', buscan cambiar el relato hegemónico, ampliándolo o directamente fracturándolo. «Creo que tenemos una tarea emocionante por delante: la de incluir a todas aquellas voces silenciadas –pensadoras, artistas, escritoras, y un larguísimo etcétera–, que se han quedado en los márgenes de aquella ficción llamada Historia. La tarea no es otra que ver a contrapelo; cuestionar todo como único mecanismo válido. O quizás la misión sea más ambiciosa y pase por desmontar los relatos únicos que nos expulsan, llevando a cabo una reconstrucción integral de genealogías alternativas a través de las cuales narrarnos», concluye.

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