La paradoja de ser silenciadas en el mundo de la palabra

«Yo me dedico a la teoría de la comunicación y cuando hacía mi tesis doctoral casi todos mis referentes eran masculinos. En algún momento llegué a pensar que las mujeres no servíamos para este ámbito, que no éramos buenas pensadoras, que eso era algo en los que los hombres eran mejores. Quiero recuperar el acervo, las aportaciones y memorias de estas destacadas investigadoras para que esto que a mí me pasó no vuelva a sucederle a ninguna otra estudiante en comunicación. Donde ha habido investigación en comunicación y medios (empezando por las primeras escuelas del siglo XIX), ha habido mujeres que han sido investigadoras principales, fundadoras de corrientes, mentoras, etc. Pero sus nombres se pierden con el paso del tiempo y no están en los libros de texto. Estuvieron ahí y ahora debemos recuperarlas. Ahora quiero darles voz, que ellas nos cuenten sus propias experiencias, lo que hay detrás del último medio siglo en la investigación en comunicación».

Esas palabras pertenecen a Leonarda García Jiménez, investigadora principal del grupo 'Comunicación Social, Cultura y Tecnología' de la Universidad de Murcia, cuyo objetivo de dar voz a algunas de las mujeres más destacadas de su ámbito de trabajo se va a cumplir a través del proyecto 'Feminizar las ciencias de la comunicación: memoria y aportación de las mujeres investigadoras' financiado a través de una beca Leonardo concedida por la Fundación BBVA.

Se trata de uno de los concursos más competitivos a nivel investigador: se presentaron más de 1.400 proyectos y solo 60 consiguieron apoyo, entre los que se encuentra el suyo.

Asegura la profesora que «la investigación en comunicación es uno de los campos de estudio que más ha crecido en las últimas décadas. Si nos centramos en la investigación de la comunicación y los medios institucionalizada, es decir, aquella realizada a partir de centros de investigación y universidades, podría decirse que de los pioneros análisis sobre la comunicación y la prensa realizados desde la Escuela de Chicago y el interaccionismo simbólico en el siglo XIX, el campo cuenta hoy con un desarrollo institucional y una proliferación científica que no tienen parangón».

Tal y como reconocen algunos autores, con respecto al caso concreto de la investigación de la comunicación de masas en los años 30 y 40 del siglo XX en Estados Unidos: «Las mujeres operaron en roles que fueron desde investigadoras principales y autoras de estudios científicos a investigadoras asociadas, entrevistadoras, taquígrafas y secretarias, mujeres que participaron mano a mano en muchos de los más importantes y pioneros estudios de comunicación. Unas pocas de estas mujeres publicaron estudios que están entre los mejores de los producidos en esas décadas: Helen M. Hughes, Herta Herzog, Marjorie Fiske y Gladys E. Lang, entre otras. Otras participaron en los equipos de investigación que produjeron los estudios más importantes de la época y desarrollaron nuevas metodologías hoy ampliamente utilizadas. Otras codificaron datos, transcribieron entrevistas y mecanografiaron manuscritos. Juntas ayudaron a producir un conocimiento duradero. La naturaleza de sus contribuciones difiere, pero todas compartieron una cosa en común: operaron en un mundo dominado por hombres, su trabajo fue considerado inferior y, con frecuencia, olvidado».

Según García, «en general, hay un consenso más o menos establecido en torno a cuáles han sido sus principales tradiciones de pensamiento: las perspectivas funcionalista, crítica e interpretativa. A partir de estos enfoques, es posible construir el árbol genealógico, los principales aportes y teorías que han analizado la comunicación y los medios a lo largo de los siglos XX y XXI. Una reconstrucción histórica que con frecuencia ha olvidado incluir la figura de mujeres investigadoras, quienes también ayudaron a la consolidación y desarrollo de este campo de estudio».

Ajustándose a esas tres principales líneas de pensamiento, la investigadora ha elegido para su proyecto el nombre de nueve mujeres (tres por cada línea), las cuales destacan por haber jugado un papel importante en el desarrollo de las teorías de la comunicación a partir de los años 60 y 70.

El proyecto está articulado a partir de una doble vertiente epistemológica y vital. «Desde un punto de vista epistemológico, el proyecto llevará a cabo una revisión crítica y en profundidad de las aportaciones y teorías de las académicas seleccionadas para este proyecto. Desde una perspectiva vital, se realizarán entrevistas en profundidad a las investigadoras seleccionadas, lo que ayudará a recuperar la intrahistoria del campo en el sentido unamuniano, esto es, la historia que pasó pero que quedó al margen de los libros de texto y relatos oficiales», dice Leonarda García.

Con el objetivo de que los resultados del trabajo realmente se divulguen y lleguen a gran parte de la sociedad, esas entrevistas en profundidad serán grabadas de manera audiovisual para realizar una posterior edición y post-producción de tal forma que parte de los testimonios sean accesibles al gran público mediante la página web que será creada en el marco del proyecto: www.um.es/feminicom.

Estos vídeos serán utilizados en la realización de un workshop con profesorado de investigación, teorías y metodologías de la comunicación. Además, se realizará una importante difusión científica con la publicación de un libro y un artículo (ambos de impacto) así como la participación en un congreso internacional de referencia.