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Enganchado al teléfono

FLORA Y FAUNA ·

Rosa palo

Lunes, 21 de agosto 2017, 09:21

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En un reciente artículo publicado por 'Nature', y tras analizar la extensión de las ramificaciones de los árboles evolutivos de miles de variedades del reino animal, se establece que las nuevas especies surgen a partir de eventos evolutivos raros y aislados. De ahí que la aparición de la última especie de homínido descubierta, el 'Homo Movilis', coincida en el tiempo con la llegada de los primeros 'smartphones', que se convertirán en una adminículo tan importante para la vida de estos especímenes como la faja para Terelu.

Descripción

Averiguar cómo es el rostro del 'Homo Movilis' sigue siendo el gran reto de la ciencia actual: a pesar del tiempo invertido en la observación de esta especie, nadie ha conseguido ver su cara en la vida real, puesto que permanece siempre tapada por el teléfono; de hecho, hay que esperar a que un 'Homo Movilis' suba un selfi a Instagram con un filtro Valencia para poder contemplarlo en todo su esplendor. En cambio, su silueta sí es fácilmente reconocible, ya que suele andar con el cuello encorvado en un ángulo de 45 grados para poder consultar el móvil mientras camina, desarrollando de esta forma un perfil híbrido entre Pozí y Chiquito de la Calzada.

Usos y costumbres

Aunque no es capaz de elaborar un pensamiento complejo, lo cierto es que el 'Homo Movilis' es un homínido que aprende de la experiencia: recuerda nítidamente que el último verano en el que no contrató internet en la playa tuvo que pasar las vacaciones intentando pillar 'la' wifi de su vecino, Pollón75, por lo que no migrará desde su lugar de origen a su destino vacacional sin antes haberse hecho con un plan de datos. Por el mismo motivo, jamás saldrá de casa sin cargar el móvil, puesto que la vida le ha enseñado que se quedará sin batería en el momento en el que más la necesite: cuando vea a Bárbara Rey desnuda en Calblanque intentando aparearse con un joven macho (que esto se lo vendo yo a los del 'Sálvame', Mari, y nos salen las vacaciones gratis), cuando se dé cuenta de que ha quedado en un chiringuito de La Manga pero no sabe el kilómetro de salida o cuando su cuñado se empeñe en afirmar que el Madrid ganó una Supercopa de España en el 94, que es que tu hermano va de listo, Mari, y no tiene ni puta idea de 'ná', que la ganó en el 93, que porque se me ha muerto el teléfono, que si no le restregaba la Wikipedia del Madrid en 'toa' la cara. A veces echa de menos el primer móvil que tuvo, que no lo carga desde 2002 y todavía tiene batería.

El 'Homo Movilis' se conecta a internet desde primera hora de la mañana: tras consultar las noticias más destacadas ('Las chicas más guapas del 'paddock' del Gran Premio de Lo Poyo' o '10 formas de hacer el amor en verano sin sudar') y comprobar que a su correo solo llegan mensajes de Perfecto Escribano pidiéndole por décima vez el informe de viabilidad del Restaurante El Regüeldo, averiguará qué tiempo hace sin necesidad de subir la persiana a través de una aplicación de la Aemet. Una vez comprobado que luce un sol radiante y decidir que se baña en el Mar Menor porque en el Mayor hace de marejada a fuerte marejada (y sigue sin subir la persiana), baja con los críos a la playa, móvil en mano, dispuesto a construir un castillo de arena con un rastrillo, una pala y un tutorial de YouTube en el que Santiago Calatrava explica cómo hacer una réplica a escala del Palacio de Versalles con arena fangosa, chapinas y colillas. En la playa, siempre se sitúa cerca de los chiringuitos con wifi gratis, y permanece en zonas de sombra para poder ver bien el móvil. Hace fotos de sus pies, del mar y de hembras jóvenes en biquini con grandes glándulas mamarias, fotos estas últimas que manda por 'wasap' al grupo de pádel diciendo «¡Esto sí que son flotadores!». Al caer el sol, fotografía atardeceres playeros y mojitos bajo la leyenda «Aquí, sufriendo», en los que etiqueta a Perfecto Escribano y a todos los compañeros de oficina que no tienen vacaciones hasta septiembre.

M. Saura

Dieta

El 'Homo Movilis' solo come cosas fotogénicas: si dan bien en cámara, es capaz de pedir en el chiringuito alimentos que le producen alergia y le ponen los morros como a Carmen de Mairena. Antes de servir el arroz, y ante la desesperación del resto de los miembros de la manada, el 'Movilis' buscará el mejor encuadre para fotografiar la comida y subirla a Instagram con todos los 'hashtags' que ha visto en las fotos de su sobrina la moderna, «Paellita del domingo #fantababulosa #foodporn #yummi #summerfood», la misma paellita que deja de parecerle 'fantafabulosa' en cuanto compruebe que el arroz está pasado, las gambas se congelaron durante la Glaciación Cuaternaria y la broma le va a salir como si hubiera comido en Arzak.

Evolución

Recientes investigaciones publicadas demuestran la curiosa involución cerebral sufrida por el 'Homo Movilis': al hacer del teléfono su memoria externa, su lóbulo temporal ha disminuido considerablemente de tamaño, ya que solo lo utiliza para recordar la contraseña del móvil. El resto de datos los almacena en el teléfono: la matrícula de su coche, su talla de pantalón vaquero, las veces que va al baño o el día de su aniversario de boda, que bastante tuvo cuando se le olvidó hace cuatro años y su mujer le armó la mundial. Esta involución lleva a pensar a los científicos que, dentro de doscientos años, el cerebro del 'Homo Movilis' será de menor tamaño que el de Leticia Sabater y estará tan atrofiado como el de Paquirrín.

Enlaces Bibliográficos:

-Salido Mental, Herminio (2017). De cómo perdí a mi mujer cuando mandé una foto de una tía en biquini al grupo de 'wasap' equivocado (tesis de postgrado). University of Los Urrutias.

-Salido Mental, Herminio (2017). De cómo me perdí mi trabajo cuando subí un video a Facebook haciendo chistes sobre mi jefe en la despedida de soltero de mi sobrino Jonathan, que me cago en la hora en la que acepté la solicitud de amistad de Perfecto Escribano (ampliación tesis de postgrado). University of Los Urrutias.

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