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Antonia Contreras, Lámpara Minera 2016, el jueves en La Unión. JOSE María Rodríguez / AGM
Y volver, volver

Y volver, volver

Antonia Contreras, Belén López y Alfonso Aroca regresaron con fuerza a las mismas tablas sobre las que conocieron el triunfo

PATRICIO PEÑALVER

Jueves, 10 de agosto 2017, 12:09

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Desde su pueblo, Puerto Lumbreras, una tierra fronteriza por la que pasaban los andaluces que un día llegaron a las minas de La Unión, llegó a La Unión la noche del pasado jueves el actor Ginés García Millán con la misión de pregonar la 57 edición del Festival Internacional Cante de las Minas, para rendirle «un sincero homenaje a los hombres sencillos, a los trabajadores, al pueblo humilde, a esos obreros que bajo la tierra defendieron su dignidad y la grandeza y pureza de sus cantes», eligiendo para empezar la palabra y los versos del poeta Miguel Hernández, porque nadie cantó desde el pueblo como él: «Aquí estoy para vivir / mientras el alma me suene / y aquí estoy para morir / cuando la hora me llegue, / en los veneros del pueblo / desde ahora y desde siempre».

En su recorrido por la historia del festival y sus gentes, el actor, que ya había cautivado con su discurso al público, fue interrumpido por los aplausos en diversas ocasiones, hasta ir desgranando un pregón de muchos quilates.

Y ahí dejó el escenario preparado para que los ganadores de los máximos galardones del pasado año salieran al lugar de los hechos y recordaran aquella noche gloriosa que los catapultó al éxito. La malagueña Antonia Contreras, Lámpara Minera, salió a dar el todo por el todo cantando por pregones, cantes de trilla y martinetes. A continuación, ya con su guitarrista Juan Ramón Caro, realizó un largo recorrido por los diversos estilos de soleares. La cantaora, que fue modulando su gran voz, manifestó su alegría por pisar las tablas: «Estoy nerviosa, no lo voy a negar. He vivido durante este año muchas emociones, y estoy muy agradecida a La Unión». Y siguió con un buen cante por tangos.

Los ganadores de la pasada edición recordaron los cantes y palos que les dieron el premio

Mientras se tomaba un respiro, Juan Ramón Caro, un gran guitarrista que ya ha subido más de veinte veces a este escenario, tocó por guajiras el tema 'Azucarito', de su disco 'Rosa de los Vientos'. Después, la cantaora a recordó la minera con la que triunfó el año pasado, y con otro cante, la levantica del Cojo de Málaga, con un gran acompañamiento y unos excelentes trémolos, entre cante y cante. Por fandangos terminó su excelente actuación.

Le llegó el turno a la bailaora tarraconense Belén López, que obtuvo el Desplante. Comenzó por soleá, prosiguió con alegrías y terminó con el taranto con el que concursó el año pasado, acompañada al cante por Pedro Jiménez 'El Perrete' y Antonio Amador 'El Ciervo', con la guitarra de Carlos Jiménez y la percusión de Chispa Jiménez, dejando el pabellón alto.

El pianista Alfonso Aroca, que nació en Mengíbar y se crió en Córdoba, último premio Filón Instrumentista y profesor de piano en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, interpretó una suite con rondeña, soleá y bulerías; prosiguió con la taranta con la que fue premiado y terminó por fiestas con fandangos y cantiñas de Córdoba, con el buen cante de Martín López y la percusión del cartagenero Javier Rabadán. El pianista, con su muy buena actuación, mantuvo la atención del público, a pesar de la tardía hora, y se sintió muy satisfecho por estar ahí, así que quiso darle las gracias al festival por apostar por este premio para instrumentistas, porque, dijo, hay muy buenos músicos tocando e investigando.

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