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Un ciudadano estonio vota en las elecciones presidenciales de 2007.
Pioneros de la democracia electrónica

Pioneros de la democracia electrónica

Desde Suiza en 2004, la catalana Scytl ha permitido votar electrónicamente en 20 elecciones vinculantes de todo el mundo

ANTONIO VILLARREAL

Viernes, 30 de mayo 2014, 14:42

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Una vez finalizado el escrutinio, los resultados de las elecciones europeas del domingo fueron ofrecidos para todos los países del continente y en 24 idiomas. De diseñar la herramienta que permitió esto se encargaba la empresa catalana Scytl, empeñada en llevar el voto electrónico a todos los rincones democráticos del planeta.

Esta compañía surgió en 2001 como un "spin-off" de un estudio de investigación en la Universidad Autónoma de Barcelona. «En aquel momento, se veía que a la larga el voto electoral vía Internet acabaría poco a poco imponiéndose», señala Mikel Irizar, vicepresidente de "marketing" mundial de Scytl. Al principio, su tarea era identificar los países que serían los llamados "early adopters".

En 2004, Suiza decidió dar el paso y se convirtió en el primer país en permitir el voto electrónico en unas elecciones vinculantes. Lo hizo con ellos. Diez años y más de veinte países más tarde, el objetivo de Scytl ya no es buscar pioneros, sino convencer a todos. «Queremos crear hojas de ruta personalizadas para modernizar procesos electorales en todos los países; no importa en qué estado estén, los hacemos a medida. Nuestro mercado ya es el mundo», dice Irizar.

Evolución

«Inicialmente ofrecíamos solo un producto de voto por Internet, pero, a medida que todo ha ido evolucionando, la empresa también lo ha hecho y hemos pasado a ofrecer una solución completa de gestión electoral con "software" específico para todos los procesos, porque una elección no es solo el día de la elección o el momento del voto, hay un montón de procesos asociados», indica el vicepresidente de Scytl. Incluso presentar, como en las europeas, los resultados electorales, requiere un proceso previo de consolidación y uno posterior, de cierre y auditoría de los mismos.

Pero el trabajo para implantar el voto electrónico empieza mucho antes. «Hay un proceso que llamamos de pre-elección. Tienes que hacer el "planning", la configuración y la logística de las elecciones y gestionar a los trabajadores de las mesas electorales», añade. Esto también incluye enseñar a los ciudadanos a votar por Internet. Finalmente, el día de los comicios existen otros procesos por gestionar: votantes, listas, soporte y contabilizar adecuadamente el voto remoto y el presencial.

Irizar define Scytl como, esencialmente, una empresa de seguridad. Ahí es donde hacen su esfuerzo innovador. «Tenemos 400 empleados, una buena parte de los cuales son desarrolladores de "software" e investigadores en temas de seguridad, expertos en criptografía, por ejemplo. El corazón de la empresa es la seguridad. La seguridad y la transparencia son los dos elementos claves en esta industria, y la mayoría de nuestros trabajadores se desempeñan en esas áreas».

¿Y España?

Mucha gente se pregunta cuánto tardaremos en España en poder votar electrónicamente, dado que tanto el DNI electrónico como la firma digital se implantaron exitosamente hace tiempo. ¿Serán las próximas generales de 2016 las primeras? «Para que eso pase, tiene que modificarse la Ley Orgánica del Régimen Electoral. De aquí a dos años, lo veo un poquito justo, pero creo que, a medida que los demás países vayan avanzando, habrá ciertos grupos dentro del electorado que tendrán la capacidad. Lo que vemos es interés de ciertas comunidades autónomas para los votantes que viven en el extranjero», dice Irizar,

El caso español no difiere mucho del de otros países. «Lo que hay es prudencia. Algo normal con una nueva tecnología. Muchos países quieren asegurarse de que hay una tecnología buena antes de utilizarla. Lo que está pasando es que, como ha habido países -como Francia, Noruega, Australia y Estados Unidos- que han ido introduciéndola, la gente está más abierta y se da un proceso de aceleración».

De los 20 países que han hecho elecciones vinculantes con voto electrónico, 18 han empleado los recursos de la empresa catalana. Pero, además de elecciones, su plataforma se ha usado en otros muchos países para consultas o referendos. El futuro de la empresa no sólo estará en las elecciones, una vez cada cuatro o seis años, sino en la comunicación continua, lo que en Scytl conocen como eDemocracy. «El ejercicio democrático lo vemos en dos grandes bloques: el proceso electoral y el periodo de gobernanza».

«Tenemos claro que tiene que haber un proceso de constante "feedback" entre el Gobierno y los ciudadanos, y por eso hemos desarrollado una plataforma de gobernanza que permita un diálogo entre el Gobierno y el ciudadano de arriba a abajo y de abajo a arriba, bidireccional». Esto facilitaría o mejoraría las iniciativas populares, directas o, como en España, indirectas. «En muchos países, la ley ya recoge que, si un número de ciudadanos exigen algo a los gobernantes, una respuesta o un debate, éstos deben discutirlo. Creo que los cambios tecnológicos y culturales van a permitir más este diálogo a dos bandas».

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