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Miles de ciudadanos marcharon por Seúl para recordar a las víctimas del ferry.
Los surcoreanos temen la cibervigilancia

Los surcoreanos temen la cibervigilancia

Muchos ciudadanos abandonan KakaoTalk, la aplicación local de chat, y se pasan a Telegram ante el temor de ser vigilados por el gobierno

antonio villarreal

Jueves, 16 de octubre 2014, 15:14

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Los problemas en Corea del Sur comenzaron el pasado mes de agosto, cuando la presidenta Park Geun-hye dijo que los rumores que se estaban publicando en internet sobre ella habían cruzado una línea roja.

Los rumores se remontan al 16 de abril de este año, el ferry Sewol se hundió frente a las costas de Jindo dejando más de 300 víctimas, en su mayoría estudiantes. El día de aquella tragedia nacional, la presidenta de Corea del Sur estuvo desaparecida durante siete horas. En agosto, un columnista japonés llamado Tatsuya Kato publicó en el diario Chosun Ilbo que la ausencia de la presidenta -que nunca ha estado casada- se debía a una "relación personal inapropiada".

Dado que los rumores se empezaron a extender a partir de aquí, la fiscalía comenzó el mes pasado, a instancias de las quejas de la presidenta, una investigación cibernética en uno de los países más interconectados del mundo, lo cual ha sembrado la confusión y disparado las alertas sobre la privacidad de los ciudadanos.

Cientos de usuarios han abandonado la aplicación de mensajería surcoreana KakaoTalk y se han pasado a Telegram, que acaba de lanzar una versión en coreano debido al aumento de la demanda. Telegram, con sede en Berlín, no dispone de servidores en el país asiático, factor que ha convencido a muchos surcoreanos de que sus conversaciones estarán a salvo.

Éxodo a Telegram

Esta semana, el primer ministro Chung Hong-won trató de tranquilizar a la población diciendo que el gobierno sólo centraría su control de los internautas en delitos tales como asesinatos, tráfico de seres humanos o insurrección. "Hizo hincapié en que el gobierno ha sido firme en garantizar la libertad de expresión y otros derechos a la privacidad básica y continuará haciéndolo", dijo la oficina de Chung en un comunicado al que ha tenido acceso la agencia Reuters.

Las autoridades insisten en que no tienen ninguna intención o la capacidad de llevar a cabo una vigilancia a gran escala de la aplicación de mensajería KakaoTalk. A pesar de estas advertencias, Telegram ganó dos millones de usuarios coreanos en las últimas dos semanas.

KakaoTalk ha reaccionado a esta deserción de usuarios, comunicando que desde el 7 de octubre decidieron no cumplir con las órdenes del gobierno para proteger la privacidad de los usuarios. Además, ha acortado el tiempo que mantiene los datos de éstos en sus servidores.

Rápida transición democrática

Cabe recordar que, hasta 1987, Corea del Sur fue un estado autoritario donde la libertad de expresión estaba muy restringida. El padre de la actual presidenta, Park Chung-hee fue, de hecho, dictador entre 1963 y 1979, cuando fue asesinado por un opositor. La historia reciente del país hace a los surcoreanos muy sensibles a cualquier tipo de represión a las libertades.

Como apunta Sung Dong-Kyoo, profesor de comunicación en la Universidad de Chung-Ang a la agencia norteamericana, "hemos hecho una rápida transición desde una sociedad fuertemente controlada, y reaccionamos con mayor sensibilidad al hecho de garantizar la protección de la privacidad".

En una encuesta realizada la semana pasada a 500 surcoreanos, el 43,5% dijo estar de acuerdo con la postura de Daum, la operadora que controla KakaoTalk, de no cumplir con las órdenes de vigilancia gubernamental, mientras que el 30% no estaba de acuerdo, diciendo que suponía una obstrucción a la justicia.

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