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Lunes, 18 de agosto 2014, 16:53
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Whooshh Innovation ha desarrollado una tecnología que permite lanzar peces a través de un tubo. Con ella pretenden ofrecer una alternativa a los habitantes de los ríos que, en su viaje contracorriente para desovar, se encuentran con obstáculos en el camino. Según sus creadores, por sus tuberías pueden viajar peces vivos de varios kilos, salir inermes al otro lado, y seguir su recorrido.
El sistema desarrollado por esta compañía se basa en un sistema de diferencias de presión entre la parte superior y la inferior. «La entrada funciona como un vacío así que, cuando el pez se sitúa en ella, se va por el tubo», explican en su página web. Según afirman, su tecnología permite que los peces se muevan por una tubería húmeda que ayuda al bienestar del pez y también a la lubricación del mecanismo a una velocidad de entre 5 y 10 metros por segundo.
A pesar de funcionar por diferenciales de presión que garantiza un motor, desde Whooshh han probado el sistema con peces vivos. Y funciona. «La presión media está entre 1 y 2 libras por pulgada cuadrada, así que podemos transportar peces vivos», explican. Además, como no mueven una columna de agua, sino de aire, afirman que pueden salvar cualquier altura sin excesivas complicaciones. «Según la cantidad de peces, la altura y la longitud del viaje, nuestros sistemas usan entre 5 y 25 kilovatios».
Cuarenta por minuto
El objetivo de esta compañía es ofrecer una alternativa a los sistemas actuales que permiten a los salmones atravesar estos obstáculos. En algunos lugares se construyen ascensores especiales que los llevan de la parte baja a la alta, mientras que en otros se capturan y trasladan a mano. El tubo, afirman, es más barato de instalar y mantener.
«Nuestra configuración estándar permite transportar de manera eficiente unos 40 peces por minuto, y soporta picos de carga de más de 60 por minuto», aseguran desde la compañía. «Y se pueden conseguir tasas superiores con motores más potentes».
Pero el sistema no es automático. Un operario tiene que encargarse de introducir los peces en el tubo para que viajen hasta el otro lado. El tubo está diseñado, afirman, para que si un pez entra por la abertura, no pueda causar un atasco durante el trayecto. «El pez saldrá del tubo exactamente en la misma orientación en la que ha entrado», explican. Incluso puede viajar de espaldas, aunque no lo recomiendan «por la orientación de sus aletas al salir».
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