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Un biólogo coge muestras de un chupete de bebé para realizar una prueba de ADN. P.P. Marcou / AFP
«¿Seguro que ese niño es mío?»

«¿Seguro que ese niño es mío?»

Las pruebas de paternidad se multiplican en la Región a causa de la bajada de precios y las mejoras tecnológicas

Iván Rosique

Murcia

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Lunes, 9 de julio 2018, 07:33

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Del mismo modo que un bebé puede unir aún más a una pareja, la sombra de la desconfianza puede destruir una relación. Cada vez son más los murcianos que deciden someterse a una prueba de paternidad para salir de dudas y confirmar su parentesco. La gran demanda, junto al avance tecnológico, ha permitido a los profesionales reducir el precio del test de forma sustancial, rebajándolo aproximadamente a la mitad en los últimos dos años.

La clientela «se ha incrementado de manera exponencial», destaca Carmen Prefasi, directora del Laboratorio Prefasi, «cada día damos información y recibimos solicitudes de pruebas de paternidad. Además, la capacidad de los equipos es mayor y el tiempo de analítica ha disminuido. Actualmente se obtienen los resultados en unos diez días laborables. Todo ello ha influido en reducir el precio de la prueba al actual».

La mayoría de los clientes son hombres, señala la responsable de este laboratorio murciano. Los motivos más habituales son la sospecha de una infidelidad o la necesidad de pruebas para enfrentarse a una demanda de paternidad, según confiesan o dejan intuir algunos de los demandantes.

Dos tipos de prueba

Actualmente cualquiera que desee verificar una relación paternofilial puede hacerlo en este laboratorio murciano desde 300 euros, si tan solo se desea un resultado informativo. La cifra asciende a 400 si se requiere que el mismo tenga validez legal. En ambos casos el procedimiento analítico es idéntico, la diferencia está en que la prueba legal exige la identificación de los participantes y cada paso del proceso está validado y certificado documentalmente por un profesional. «Esta opción reúne todos lo requisitos necesarios para ser aportaba como prueba en un proceso judicial», aclara Prefasi, y especifica que la mayoría de las solicitudes que recibe su laboratorio son para pruebas de tipo informativo.

La experta insiste en que ambas opciones se realizan con el mismo sistema y merecen el mismo crédito, con un índice de fiabilidad que cifra en el 99%. «La estadística es suficientemente alta como para garantizar que los resultados obtenidos son concluyentes. Los cálculos estadísticos se basan en las frecuencias alélicas obtenidas y además existen pruebas complementarias para poder aumentar la robustez estadística», concluye.

La realización de la prueba es muy sencilla. Según explica Carmen Prefasi, en primer lugar «se necesita una muestra con hisopos de la mucosa oral, de sangre o bien muestras de otra naturaleza que puedan contener restos de ADN, como un cepillo de dientes, un chicle, bastoncillos de oídos o un cigarrillo. A través de esa muestra se extrae y purifica el ADN y se amplifican los datos mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa. Por último, se realiza la secuenciación del ADN mediante la técnica de electroforesis capilar». Tras obtener el perfil genético de ambas muestras, estas se comparan para hallar coincidencias que refuten o descarten el parentesco.

Dado que no tiene implicación legal, la prueba de paternidad informativa es totalmente anónima y tan solo en algunos casos donde una de las partes fuera menor de edad se requeriría una identificación. Caso contrario es el del test con validez legal, que exige la autorización del tutor legal o poseedor de la custodia del hijo.

Con un precio al alcance de casi todos los bolsillos, resultados fiables en menos de dos semanas, la posibilidad de solicitar una prueba de paternidad de forma anónima e incluso de enviar las muestras genéticas desde casa, nunca ha sido tan fácil asegurarse de quién 'encargó' ese niño que trajo la cigüeña nueve meses después.

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