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Peregrinos en la plaza Navona, en Roma, durante la canonización de Juan Pablo II en 2014. G. C. / AFP
Roban la sangre de Juan Pablo II

Roban la sangre de Juan Pablo II

Los Carabinieri investigan la desaparición de reliquias y objetos litúrgicos en un santuario de Brescia

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ROMA.

Jueves, 26 de octubre 2017, 11:24

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El vigilante del santuario de Montecastello de Tignale, a orillas del lago de Garda en la provincia de Brescia (Italia), se quedó sorprendido al ver abierta una de las puertas laterales de acceso al templo cuando comenzó su jornada laboral. Al entrar se dirigió junto al altar mayor y allí descubrió que faltaban los dos objetos más valiosos custodiados en el edificio: un relicario con la sangre de San Juan Pablo II y otro con fragmentos óseos del beato polaco Jerzy Popieluszko, un sacerdote asesinado en 1984 por la policía del régimen comunista. Habían desaparecido además seis cálices y otros objetos litúrgicos.

Los Carabinieri fueron informados de inmediato de este robo cometido la semana pasada pero del que no se hicieron eco los medios locales hasta ayer. De momento, las pesquisas de los agentes no han dado frutos. Solo se sabe que los ladrones se hicieron pasar por turistas y consiguieron quedarse dentro del santuario después del cierre de puertas. Desde ese momento actuaron sin impedimento alguno ya que no había cámaras de vigilancia ni ningún otro sistema de seguridad. Cuando terminaron de hacerse con el botín, no les quedó más que salir forzando la puerta lateral que luego el vigilante encontraría abierta.

«Es un acto gravísimo, obra de desconsiderados que han privado al santuario de sus mayores tesoros», lamentó el párroco del templo, Giuseppe Mattanza, quien aseguró que los fieles habían comenzado a peregrinar al santuario estos últimos años para venerar la sangre de Wojtyla y los huesos de Popieluszko. Las reliquias de ambos fueron donadas en 2014 durante una peregrinación por el cardenal Stanislao Dziwisz, arzobispo emérito de Cracovia e histórico secretario personal de Juan Pablo II.

Mattanza dijo que no sabía si se enfrentaba a un robo por encargo o hay otros motivos detrás. De momento, invitó a los ladrones a devolver su botín de forma anónima para reparar el daño causado y evitar problemas con la justicia. «No puede excluirse que algún grupo satánico quiera utilizar los restos de Juan Pablo II y de Popieluszko para una misa negra», reconoció Massimo Del Pozzo, profesor de Derecho Constitucional Canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Croce de Roma.

«Otra posibilidad es que detrás del robo haya alguna persona muy devota del Papa polaco, aunque tendría que ser también muy ignorante porque los católicos tienen prohibido comerciar con reliquias. Sería algo muy grave». Del Pozzo recordó que la Iglesia considera el robo de objetos sagrados como restos de santos una profanación, un crimen perseguido por el derecho canónico y que conlleva una pena variable según los casos.

Lo sucedido en el santuario de Montecastello de Tignale no es el primer robo de una reliquia en Italia en lo que llevamos de año. A principios de junio desapareció la urna con el cerebro de San Juan Bosco, fundador de los salesianos, de la basílica donde estaba custodiada en Asti, lugar de nacimiento del santo. Dos semanas después la Policía detuvo al ladrón y recuperó la reliquia, que no había sufrido daño alguno. «Esperemos que ahora ocurra lo mismo que con San Juan Bosco», comentó esperanzado el párroco del santuario de Montecastello.

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