Secciones
Servicios
Destacamos
Priscila Guilayn / Fotos: Carlos Luján
Jueves, 17 de mayo 2018, 10:27
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
«¿Y, por qué nunca me lo dijo?»
María P., sevillana afectada por un agresivo trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), salió intrigada del neurólogo hace unos meses. Llevaba 15 años visitando especialistas, psiquiatras y psicólogos, y a ninguno se le había ocurrido comprobar si era celiaca. Ninguno pensó que algo aparentemente tan simple como eliminar el gluten de la alimentación pudiera cambiarle la vida.
Aquel día le contó a su neurólogo que, por recomendación de una amiga con un problema similar, había visitado a un gastroenterólogo. Tras hacerle las pruebas, le dijo que era celiaca y que esto podría tener relación con su trastorno. Así que, de la noche a la mañana, erradicó de su dieta todos los alimentos con gluten -el 80 por ciento de los procesados en la Unión Europea-, y el TOC se le suavizó de forma considerable. «Nunca me había sentido tan bien», concluyó María. «El neurólogo no le dio mucha importancia, pero me dijo que la dieta podría ayudarme -recuerda-. Es decir, él sabía que el gluten podría influir en mi enfermedad, pero nunca me lo hubiera planteado».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.