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El demonio, desfila encadenado por cuatro ángeles.

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El demonio, desfila encadenado por cuatro ángeles. J.C. CAVAL / AGM

Primavera sobre el Resucitado en Murcia

Miles de murcianos disfrutan de la última procesión en una jornada presidida por las altas temperaturas

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Domingo, 1 de abril 2018, 08:46

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La primavera, pero esta vez de verdad, se desplomó este domingo sobre la ciudad al paso de la última de las procesiones de Semana Santa, la que propone desde Santa Eulalia la Archicofradía del Resucitado, con su cortejo de túnicas blancas entre pasodobles, con una carrera cubierta de murcianos que, gracias al buen tiempo, acudieron a disfrutar de uno de los grandes desfiles de estos días grandes.

Desde el inicio del cortejo hasta su recogida, cuando se celebró el pregón de cierre, que este año estuvo a cargo de Miguel López Abad, presidente diocesano del movimiento Cursillos de Cristiandad, brilló sobre la urbe un sol que, en las sillas que lo tenían de frente, sus ocupantes tuvieron que protegerse con improvisadas viseras. López Abad destacó cómo se viven en Murcia estos días de Pasión que, por encima de todo, desembocan en la alegría de la Resurrección y en la procesión que la celebra por las calles de la ciudad.

Espléndidos tronos, rebosantes de historia y arte, proclamaron por Murcia que Cristo, el mismo que entró por San Pedro a lomos de una burrica, resucitó victorioso para los miles de cristianos que, además, acababan de celebrar la Pascua en todas las parroquias.

Atronan los cohetes las plazas cuajadas de túnicas blancas y del murmullo que ya brota en las peñas huertanas, que se alzan en los jardines como improvisados cenáculos gastronómicos para miles de murcianos. Pero, aún antes, un revuelo de niños corre a admirar, entre inquietos y divertidos, al tradicional demonio que anda encadenado por angelicos

San Miguel Arcángel, la Cruz Triunfante, el Resucitado de Planes, Las Tres Marías, la Aparición a María Magdalena, los Discípulos de Emaús, la Ascensión, la Virgen Gloriosa… hermosos veleros nazarenos que colmaron de júbilo Murcia mientras el cielo despejado animó a muchos a alargar el almuerzo hasta la comida y disfrutar del comienzo de las Fiestas de Primavera.

Algarabía huertana

De hecho, ya durante el recorrido del Resucitado por el corazón de la capital era evidente la algarabía en las peñas huertanas, que abrían sus ventorrillos a pie de plaza o jardín para celebrar la llegada de la primavera. No hace tantos años, a la procesión del Resucitado le seguía el Bando de la Huerta, con su explosión de huertanía, folclore e historia.

El Resucitado propuso así el último desfile nazareno de esta Semana Santa, teñido de gloria y de felicidad para los miles de niños que celebran esta estación de Gloria. Comienza la otra Semana Santa, la que se extiende todo el año, la del silencio y la soledad de las capillas centenarias, la de las rosas anónimas que adornan altares en penumbra, la semana mayor de las puertas enclavadas, de la oración sigilosa y apresurada, de la cera apagada y los mantos de diario, de la tarima desnuda de rosas y destemplada, huérfana de la luz desbordante de la primavera, presa de la calorina de agosto o del frío de mistela que anima las cuadrillas en Navidad. Comienza la Semana Santa de la espera.

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