Los traumatismos craneoencefálicos aumentan en verano

Los traumatismos craneoencefálicos que suceden en accidentes de tráfico, practicando alguna actividad acuática y haciendo ciclismo pueden dejar secuelas neurológicas, según la Sociedad Española de Neurología. Y este tipo de accidentes aumentan durante el verano. Los accidentes de tráfico, con cerca del 75% de los casos, son la causa más frecuente de traumatismo, asegura el doctor José Manuel Moltó, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Accidentes durante la realización de actividades deportivas y de ocio al aire libre y accidentes laborales supondrían casi la totalidad del 25% de casos restantes. En verano aumentan los accidentes de tráfico y las actividades al aire libre y, debido al calor, se es más propenso a no usar cascos protectores. También hay que usar el cinturón de seguridad, sillas especiales para los niños y tener bien ajustados los reposacabezas cuando viajamos en coche.

Según la SEN, entre un 20 y un 30% de los traumatismos craneoencefálicos pueden dejar secuelas neurológicas, y ocasionar lesión cerebral, ictus, tumores cerebrales, enfermedades infecciosas y paradas cardiorrespiratorias. Aunque solo un 2% de los traumatismos leves producen algún tipo de deterioro neurológico que requiera tratamiento, uno grave o moderado puede ocasionar daño cerebral.

En general, cualquier lesión cerebral puede llevar a alteraciones cognitivas, como fallos en la atención, memoria, razonamiento y funciones ejecutivas, afirma el doctor Manuel Murie, presidente de la Sociedad Española de Neurorrehabilitación. También se pueden ver alteraciones emocionales y conductuales, dificultades de lenguaje y comunicación, así como problemas físicos o motores que pueden ser parciales o totales. Y en el caso de niños y adolescentes, las secuelas neurológicas asociadas a las lesiones cerebrales pueden influir en aspectos esenciales de su desarrollo.

Precauciones en el agua

Además de los accidentes de tráfico, las imprudencias en las piscinas, el mar o embalses son las que ocasionan más traumatismos craneoencefálicos o lesiones medulares entre niños y adolescentes. No solo por lanzarse al agua desde gran altura sino porque muchas veces estas prácticas van asociadas al consumo de alcohol u otras sustancias, recomienda el doctor Moltó. Comprobar la ausencia de obstáculos y la profundidad del lugar donde nos vayamos a sumergir, utilizar los brazos como protección de nuestro cuerpo si nos tiramos de cabeza, vigilar a los más pequeños cuando estén cerca del agua y no consumir drogas antes de realizar cualquier actividad acuática, son las principales medidas a adoptar para evitar estos accidentes.

Y, por último, los accidentes de los ciclistas también crecen en época estival, siendo casi siempre graves. El casco puede resultar vital, pues se ha demostrado que, en caso de padecer un traumatismo craneoencefálico, la probabilidad de padecer alguna secuela neurológica, se reduce hasta en un 88%, explica el doctor Murie.