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Champú elaborado con placenta.
Los múltiples y controvertidos usos de la placenta

Los múltiples y controvertidos usos de la placenta

El novedoso método utilizado por Diego Costa para llegar a la final de la Champions ha puesto otra vez de relieve los beneficios y/o perjuicios de utilizar este órgano

Lucía Palacios

Viernes, 23 de mayo 2014, 00:28

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El uso de la placenta con fines terapéuticos e incluso cosméticos es muy arcaico. La medicina tradicional china la viene usando desde tiempos inmemoriales, siguiendo el ejemplo de la mayor parte de los mamíferos, que tras el parto se comen este órgano para no dejar restos biológicos que puedan atraer a otros animales depredadores. Hoy está de actualidad gracias a la terapia aplicada a Diego Costa, el delantero del Atlético de Madrid, para poder jugar la final de la Champions (el sábado veremos si lo consigue).

La polémica está servida por este novedoso método que utiliza la famacéutica serbia Mariana Kovacevic y que emplea, entre otras sustancias naturales, la placenta, en este caso de yegua. El tratamiento consiste en regenerar el tejido muscular dañado mediante masajes a mano, usando un gel creado con distintas sustancias naturales. Por sus manos han pasado ya varios prestigiosos futbolistas y por eso se la conoce como 'doctora milagro'. Kovacevic defiende que se trata de una terapia no invasiva, sin contraindicaciones y sin reacciones alérgicas. Pero detrás de este en teoría inocuo método hay múltiples detractores, que hablan de las infecciones y enfermedades que pueden contraerse al utilizar este tejido.

Sus defensores proclaman que la placenta contiene hormonas que producen efectos muy beneficiosos en la madre recién parida, como calmar la depresión posparto y los síntomas de la menopausia, aumentar la producción de leche materna (algo que parece que está demostrado) y el hierro, incrementar la energía de la madre, reducir el sangrado posparto, acelerar el retorno del útero a su estado normal Por estas razones, cada vez son más las parturientas que deciden comerse su propia placenta. Para esto hay muchas variedades, desde comérsela cruda y a trozos, a cocerla y meterla al horno, prepararse un batido, una pizza, una lasaña o una sopa con ella. También hay quien la pulveriza para convertirla en cápsulas (como promedio, se podrían elaborar unas 90-150 pastillas por cada placenta).

Producto de belleza

Otro uso muy común es como cosmético, ya que es una rica fuente de sustancias activas, vitaminas y minerales. Existen un sinfín de productos que incorporan elementos procedentes de la placenta, tanto humana como animal, y cuya finalidad es la regeneración celular: desde cremas faciales que aportan elasticidad a la piel y previenen las arrugas, a bálsamos regeneradores, champús contra la alopecia, fortalecedores de uñas, desmaquillantes Famosos como Jennifer López, Victoria Beckham, Madonna o Cher han probado las 'bondades estéticas' de este producto, utilizado en España pero solo de procedencia animal.

Algo que ya está confirmado, precisamente por dos estudios realizados en el hospital madrileño Doce de Octubre, es el uso de sus células madre para regenerar el hígado y combatir el cáncer de mama, ya que ralentiza su crecimiento y retrasa la aparición de nuevos tumores secundarios.

Para los más 'frikis', hay otras formas de aprovechar este órgano: desde plantarla junto a un árbol, a enmarcarla en un cuadro o usarla para elaborar un recuerdo. En definitiva, tantas formas distintas como ocurrencias.

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