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Caserío Inazares, en la pedanía moratallera del mismo nombre. LV
Vuelta al pueblo

Vuelta al pueblo

Un complejo de diecisiete casas rurales en Moratalla ideal para desconectar de las rutinas urbanas

S. GALLEGO

Viernes, 20 de abril 2018, 22:51

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Los burros, gallinas y cabras que tiene el complejo Caserío Inazares son suficiente reclamo como para ir a pasar un fin de semana con la familia. El restaurante, la plaza del pueblo, el campo de fútbol, la piscina y la tranquilidad de sentir cómo pasa el tiempo, una necesidad que cada vez se hace más latente para dejar a un lado los arrebatos de la capital.

A Inazares hay que ir. Es decir, que uno no pasa por el pueblo si no va a caso hecho. El complejo está provisto de diecisiete casas rurales que dan cobertura a parejas y hasta grupos de dieciséis personas. El propio complejo prepara una gran lista de actividades que se pueden hacer una vez allí, que van desde rutas senderistas hasta búsqueda de trufas, visitas guiadas a Caravaca de la Cruz, descenso por el río o talleres de cocina para los más pequeños. De hecho, todos los sábados por la tarde elaboran pan y pasteles. Para los más aventureros, existe la posibilidad de hacer excursiones en 4x4 por distintas rutas de la zona y el complejo está especialmente diseñado para grupos de estudiantes para que puedan vivir un viaje de fin de curso especial con subida al macizo de Revolcadores incluida entre sus actividades, donde se encuentra el Obispo, el pico más alto de la Región.

CASERÍO INAZARES (MORATALLA)

  • Teléfono 868 973 211

  • Precio: unos 25 euros por persona y noche.

El caserío tiene un restaurante con una amplia terraza y la oportunidad de comer asados y arroces tradicionales, con especial atención al de bogavante, durante todos los días que dure la estancia. Además, las casas cuentan con todo tipo de detalles para hacer vida normal en el pueblo. Nada de tráfico rodado y muchos espacios libres para que los más pequeños salten y jueguen con el único peligro de que se enganchen a la naturaleza del pueblo o que pisen una 'moñiga' de vaca.

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