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La profesora y artista Lorena Amorós, retratada junto a algunas obras de su exposición en el Centro Párraga. edu botella / agm
«La estética se asocia a la taxidermia»

«La estética se asocia a la taxidermia»

Pintura, escultura y vídeos crean escenas dinámicas desde cuerpos inertes

PEDRO SOLER

Viernes, 13 de julio 2018, 22:35

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El título de la exposición, 'Escena In-móvil', responde «a la paradoja que conlleva una práctica como la taxidermia, donde se crean escenas dinámicas a partir de cuerpos inertes. Esta teatralidad subyace a todas las representaciones y remite también a géneros tan antiguos como la naturaleza muerta». Es la explicación que Lorena Amorós (Alicante, 1974) oferta sobre la serie de obras que presenta en el Centro Párraga.

Profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia, considera que se trata de un proceso investigador con el que busca «reflexionar sobre los límites de la construcción teatral y la práctica de la taxidermia». Son los aspectos fundamentales de los que arranca el conjunto, que se debate sobre dos vertientes. «Una -afirma la artista- está vinculado con los teatros taxidérmicos, como fenómenos asociados a diversos ámbitos culturales, pedagógicos o científicos, pero también como prácticas y rituales de raíz popular en ámbitos rurales. La otra nos remite al cruce de las biografías y a los relatos ancestrales en torno a estas prácticas». Para llegar a esto, Lorena Amorós puso sus ojos, «como referente histórico», en la figura de Martha Maxwell, una naturalista, artista y taxidermista estadounidense, nacida en Pensilvania en 1831 y muerta en Massachussetts en 1881. «Fue una avanzada en el descubrimiento de la taxidermia moderna, la primera en crear imágenes en las que podía verse a los animales naturalizados de forma realista, totalmente integrados en su hábitat».

'Escena In-Móvil'

  • Dónde Centro Párraga (C/ Madre Elisea Oliver Molina, s/n. Murcia).

  • Horario: de lunes a viernes, de 9.00 a 20.00.

  • Cuándo: Hasta el 16 de septiembre.

¿Cómo pudo fijarse en una mujer tan alejada y con una profesión tan singular? «Porque, curiosamente, tropecé con su historia y, ahondando en ella, encontré algunos acontecimientos biográficos que se asemejaban mucho a mi propia vida, a lo que me había sucedido a mí». ¿Puede explicarlo? «Sí. Ambas descubrimos talleres taxidérmicos en nuestras respectivas casas, cuando conseguimos recuperarlas tras eternos procesos judiciales. El episodio es el mismo: un cazador furtivo, de vida errática, se instala en una propiedad particular y acaba convirtiéndola en un taller en el que confecciona sus trofeos embalsamados. Martha y yo nos encontramos con la visión extrañada e impactante de unos escenarios inmóviles, llenos de animales disecados. Y de ahí procede este proyecto que une narraciones vitales compartidas entre Martha Maxwell y yo». Pero, al margen de estas similitudes biográficas, en la exposición «también se quiere mostrar la sutil relación icónica del animal con una estética asociada a ese revivir de lo muerto». Se trata de una temática, de la que ya se ocupó Lorena en sus proyectos 'Herencia de ciencia ficción' y 'Naturaleza zombi'. ¿Es volver o insistir en lo realizado? «Pienso que no, porque en 'Escena In-móvil' he potenciado el componente escenográfico de las imágenes que abordan los juegos de ambigüedad entre lo vivo y lo muerto».

La autora afirma que la exposición, con una multiplicada faceta artística -pintura, vídeo, escultura y dibujo-, es «una recreación del relato de lo acontecido. Es un relato transfigurado en un juego de espejos entre mi historia personal y la de una activista y excéntrica colona norteamericana del siglo XIX». En el conjunto expuesto, «la pulsión de la muerte está implícita, si bien desde un punto de vista irónico». Para Lorena, «los dibujos muestran, por una parte, episodios de las biografías de Martha Maxwell y la mía, y dialogan con las imágenes que, como flashes de la visión perturbadora de animales inmóviles, que parecen estar vivos, pueden observarse en algunos de los vídeos. De forma igualmente alegórica, conversan con las páginas que guardan los manuales de taxidermia, donde se muestra la desfiguración del animal muerto para, finalmente, realizar su reconstrucción y naturalización». En la exposición pueden contemplarse las especies más comunes del contexto natural mediterráneo: zorros, pájaros, ciervos, jabalíes... pero también otras más exóticas, que se instalan mediante estudio de la naturaleza y la figura del animal como icono y como objeto ornamental».

En la obra audiovisual, la artista describe «el espacio doméstico, donde el inquilino que ocupaba mi casa llevaba a cabo las prácticas taxidermistas, como el vaciado del cuerpo del animal, la preparación de la piel y su moldeado a partir del esqueleto». Y para hacer más llamativo el ambiente, no falta la música, presente con la canción 'Alligator Wine', del popular cantante afroamericano Screamin'Jay Hawkins.

Respecto a las obras pictóricas, ofertan «un carácter más escultórico, y pueden interpretarse como actualizaciones de las naturalezas muertas de otro tiempo. Su iconografía es ambigua, entre lo animado y lo inanimado, y se aleja del mensaje moralizante de lo efímero de los placeres y de los sentidos que antaño tuvo la taxidermia». Y, por último, las piezas escultóricas, que «se detienen en la artesanía y en la parte más didáctica de la taxidermia, en la manufactura que da lugar a un objeto, que recuerda al animal vivo en un esfuerzo de mímesis. Ofrece aspectos que también forman parte de este extraño trabajo de la disección, como el armazón sobre el que se crea la forma externa del animal, la extracción de las vísceras, la piel como superficie exterior cubierta de pelo, la materialidad que se implica en el proceso de reconstrucción...».

¿Algo grotesco?

Lorena Amorós resalta que, por encima de todo, existe «una estética que se asocia a la taxidermia, prácticas que algunos podrían considerar como de mal gusto o como algo grotesco; pero yo creo que es, ahora, en 'Escena In-móvil', donde aparece reinterpretada desde la mirada distanciada que nos permite el arte».

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