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La apertura del río al mar, a punto de llegar a donde ambos se unen en la desembocadura.
Un chaparrón, una fiesta en Peñarrubia

Un chaparrón, una fiesta en Peñarrubia

Pasados Yeste y el Embalse de la Fuensanta se levanta, a mano izquierda en la carretera, la pedanía de Peñarrubia, en el término municipal de Elche de la Sierra (Albacete). Ya de noche algunos de sus vecinos, hombres, todos del campo, se reúnen en el bar que es a su vez hostal y tienda, y se quejan de la falta de agua. El cielo amenaza con una lluvia que dicen que no les llega, mientras que en Hellín o en el propio Elche de la Sierra, a apenas diez kilómetros, «ayer caía a espuertas», se lamenta uno de ellos

LA VERDAD

Viernes, 17 de junio 2016, 10:03

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Pasados Yeste y el Embalse de la Fuensanta se levanta, a mano izquierda en la carretera, la pedanía de Peñarrubia, en el término municipal de Elche de la Sierra (Albacete). Ya de noche algunos de sus vecinos, hombres, todos del campo, se reúnen en el bar que es a su vez hostal y tienda, y se quejan de la falta de agua. El cielo amenaza con una lluvia que dicen que no les llega, mientras que en Hellín o en el propio Elche de la Sierra, a apenas diez kilómetros, «ayer caía a espuertas», se lamenta uno de ellos. El cielo encapotado rompe a llover y la tertulia se convierte casi en una fiesta, hasta el punto de que todos salen a la calle a ver caer el agua mientras que se fuman un cigarro y trasladan allí la conversación. «O se pasa toda la noche lloviendo o estamos perdidos», se lamenta el peñarrubiense. Pese a su escasa distancia con el río, Peñarrubia mira al cielo y vive del secano, sobre todo del almendro y del olivo. El chaparrón apenas dura veinte minutos y deja paso a una lluvia fina. En ese tiempo, aseguran los vecinos, cae la misma cantidad de lluvia que en todo el 2015, o eso dicen ellos. La noche se la pasa lloviendo.

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