Las sendas históricas de La Muela reviven

Los trabajos de recuperación de la Red de Senderos de la Sierra de la Muela han permitido rescatar para las futuras generaciones siete senderos y 30 km. de itinerarios a contracorriente, en unos tiempos en los que se vallan fincas y cortan caminos públicos sin miramientos y saltándose a la torera la ley. Usados tradicionalmente por vecinos de Alhama y Gebas para surtirse de material de construcción -en La Muela hubo una cantera, y también se extraían piedras para los molinos, de ahí puede venir su nombre- y combustible -leña-, este proyecto está en marcha desde 2016. Junto a la recuperación de documentación, ha implicado mucho trabajo de campo, la instalación de señalización en la red e información complementaria sobre sus valores ambientales.

Para la restauración de esta red ha sido imprescindible recurrir a la memoria de los mayores. «Las reforestaciones de principios de los 70, que se realizaron aterrazando el monte con buldócer, habían destrozado parte de los senderos y también los espartos, bayones y otros matorrales que sujetaban las laderas», cuenta Manuel Águila, técnico de Medio Ambiente de Alhama, empeñado desde siempre en que alhameños y visitantes puedan disfrutar de este espacio natural público que es «casi un jardín para la localidad», lo define Antonio García Hernández, concejal de Medio Ambiente de Alhama.

«Este proyecto es una muestra de la inquietud creciente de Alhama por la conservación. En concreto, en este caso, de pasos tradicionales de habitantes del otro lado de la sierra de la Muela o de los alhameños, que iban al monte en busca de materia prima como baladre para las empalizadas», explica el edil con conocimiento de causa, pues es natural de El Berro.

«Con Manuel Gambín, desde arriba empezamos a buscar la senda de la Rellana y, para nuestra sorpresa, encontramos tramos intactos en los que no pudieron entrar los buldócer», detalla Águila junto al Pino de Manuel Gambín, uno de los pocos centenarios que conserva la sierra de la Muela y que le han dedicado a este gebero en la senda de la Cuesta del Salto. «Aquí nos refugiábamos cuando se acercaba una tormenta», recuerda entre risas Gambín. Y añade, «esto de que atrae los rayos es de ahora, antes nadie lo decía». También le sorprende el vallado de protección que el Ayuntamiento ha instalado para evitar caídas de los senderistas. «Pero si esto lo pasábamos corriendo de críos», comenta divertido. Y sueña despierto: «No llegaré, pero a mí me gustaría recuperar el trazado original de la Cuesta del Salto, que entraba recto en Alhama por la rambla de Don Diego». Una senda que recorrían «a todas horas, todos los días. Una vez bajamos con una de esas enormes radios de antes para que la arreglara Cerezo en Alhama. Si la radio empezamos a oírla hace cuatro días. Aún recuerdo cuando en Casa Serrano nos cobraban por escuchar a Antonio Molina», va contando.

Precisamente fue la prodigiosa memoria de Gambín la que permitió encontrar un paso, en zigzag y pegado a las rocas, que estaba perdido en la senda de la Rellana (1,8 km.). A esta se suma la recuperación de la Cuesta del Salto (3,7 km.), la de Los Corrales (2,4 km.), Los Molinos (1,4 km.), Fuente Borrego (5,9 km.), Cresta de la Muela (5,2 km.) y Senda del Rento (13,3 km.). Siete senderos en monte público que vuelven a estar al servicio de la ciudadanía para disfrutar del contacto con la naturaleza y para lo que, reconocen desde el Ayuntamiento, han contado con la colaboración de los propietarios de los terrenos limítrofes, pero también de la Dirección General de Medio Natural, la Asociación de Vecinos de Gebas y Natursport.

Para el concejal de Medio Ambiente de Alhama, «económicamente, este proyecto no ha necesitado una inversión grande». La aportación municipal ha sido de 25.912 euros en las dos fases del proyecto, de octubre de 2016 a abril de 2018. Además, han contado con la mano de obra de trabajadores del Programa de Fomento de Empleo Agrario financiado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). «Es más cuestión de voluntad de recopilar información de los vecinos, con los que hemos encontrado sintonía y ganas de sumarse a la recuperación de la Sierra de la Muela (Monte de Utilidad Pública 162 de la Comunidad Autónoma)», afirma García Hernández. Y certifica el compromiso del Ayuntamiento por realizar anualmente las tareas de mantenimiento de esta recién restaurada red, «si no no tendría sentido haberla recuperado, porque hay que mantenerla para que no se deteriore y siga siendo útil». De hecho, detalla que durante el desarrollo del proyecto, ya se han realizado algunas tareas de reparación, sobre todo por efecto de las lluvias: «aprovechamos, además, para corregir pendientes y procesos erosivos en algunos senderos, incorporar pasos de agua para evitar futuros corrimientos de tierra, eliminación de atajos y construcción de fajinas y albarradas. También aprovechamos para intervenir en las sendas del cerro del Castillo, las de Las Balsas y Loma Gutiérrez (Gebas), la del cerro de La Molata (El Berro) y la que comunica Gebas y El Berro», cuenta el edil. Además, el proyecto incluyó otras intervenciones ambientales, como eliminación de especies exóticas, retirada de residuos, trabajos de mejora de Fuente Borrego -uno de los 7 manantiales que siempre tuvo la sierra de la Muela- y recuperación del antiguo trazado del caño de Espuña, una intervención que está a medio.

Convencidos de que la conservación es una tarea sin fin. La pasada temporada recolectaron semillas de 'Halocnemum strobilaceum', una planta halófita de los Saladares del Guadalentín. Ahora, han conseguido que germinen y tienen 600 plantones listos para repoblar zonas deterioradas por vertido de escombros o compactación del terreno. Eso será a partir de octubre, cuando vuelvan a contar con la ayuda del SEPE y la mano de obra del Programa de Fomento de Empleo Agrario.