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Un informe sitúa el Mar Menor entre los ocho humedales en peor estado

SEO/Birdlife denunciará ante la Convención Ramsar la situación precaria de lo espacios españoles que protege

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Martes, 30 de enero 2018, 21:48

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Más de la mitad (54%) de los humedales españoles incluidos en la Convención Ramsar presentan un estado «pobre» o «muy pobre» de conservación, según la calidad del hábitat que precisan las poblaciones de aves, y tres de ellos podrían sumarse al listado de humedales en peligro, conocido como 'Lista Montreaux', en el que ya están Doñana y Tablas de Daimiel desde hace 28 años, lo que, según la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, da cuenta del escaso interés de España por conservar estos enclaves.

Los nuevos 'candidatos' a engrosar esta 'lista de la vergüenza' son los humedales de Son Aiguamolls de l'Empordà (Cataluña), el complejo intermareal Umia-O Grove (Galicia) y la Ría del Eo (Galicia y Principado de Asturias), que podrían incrementar la nómina de los ocho con expedientes abiertos por ver modificadas sus condiciones ecológicas como efecto de la intervención del hombre (según reza el artículo 3.2 de la Convención Ramsar): Mar Menor (Región de Murcia), Albufera de Valencia (Comunidad Valenciana), Delta del Ebro (Cataluña), Doñana (Andalucía), Laguna y arenal de Valdoviño (Galicia), Tablas de Daimiel y Lagunas de Ruidera (Castilla-La Mancha) y s'Albufera de Mallorca (Islas Baleares).

En concreto, en el informe 'Estado de los humedales Ramsar en España de interés para las aves acuáticas', que SEO/Birdlife presentó ayer con motivo del Día de los Humedales -viernes 2 de febrero-, la ONG valora el estado de los hábitats de la laguna murciana como «muy pobre», debido a que soporta una presión global de las amenazas «muy alta». Desde la organización conservacionista, destacan la contaminación del agua como la principal causa del deterioro de los humedales en España y, en el caso concreto del Mar Menor, asegura el informe, está afectado por los dos grandes tipos de contaminación que sufre el medio acuático: «la difusa, derivada del uso de abonos o de la presencia de metales en sedimentos; y la puntual, que es la causada por vertidos directos, habituales u ocasionales».

El estudio presentado ayer revisa el estado de los humedales de importancia internacional para las aves acuáticas en España que están protegidos por la Convención Ramsar y concluye que «todos» los espacios estudiados están expuestos a presiones altas o muy altas. Ruiz ha acusado de «pasividad» a las administraciones en «todos» los humedales y, respecto a Doñana y Tablas de Daimiel, denuncia que el Estado ha sido «incapaz» de establecer tres décadas después medidas exitosas para la mejora de sus características ecológicas.

Ante esta situación, asegura que la ONG denunciará la cuestión en octubre en la Conferencia de las partes de la Convención Ramsar (COP13) que se celebrará en Dubai. Para ello ha lanzado un manifiesto, que ya cuenta con 12.000 firmas y en el que busca el apoyo de distintas entidades. Lo entregará a la Secretaría de Ramsar, junto a toda la información disponible al respecto, porque, denuncia Ruiz, «es preocupante» la falta de actualización de los datos oficiales, a la que la Administración competente está obligada por Ramsar, ya que «en el 82% de los casos la información está obsoleta».

El informe es «tajante» y afirma que, en el último año, los humedales más importantes para las aves acuáticas en España (Doñana, Delta del Ebro y La Albufera de Valencia) no han recibido la atención requerida a pesar de la campaña de SEO/BirdLife 'Hay que mojarse'.

Ruiz advierte de que la situación «pone en claro riesgo el liderazgo internacional de España» en materia de humedales, puesto que tiene reconocidos 74 espacios de importancia internacional. A su juicio, «no se trata de tener más, sino de mantenerlos en un buen estado. De nada sirve ser el tercer país en número, después de México y Reino Unido, si no se atienden bien», lamenta Ruiz.

Además, advierte de que en el contexto de cambio climático, que «evidencia que España se seca», el documento revela la «necesidad de actuar» con urgencia. «La realidad climática y social del país que está destinado a ser el desierto de Europa tiene en los humedales una clave social, ambiental y económica».

Por ello, considera Ruiz, el único pacto del agua que España necesita es cumplir la Directiva marco de Agua que «resulta evidente que no se está aplicando», tal y como demuestra el estado de salud de los humedales: «termómetro de los efectos del cambio climático». Y advierte de que si a los humedales les va mal, la sociedad española estará «con el agua al cuello. Como sociedad hay que exigir el buen estado de los humedales para seguir siendo uno de los países europeos con más aves acuáticas invernantes», insiste.

Campotéjar y Las Moreras se salvan

Entre los humedales analizados se encuentran las lagunas de Las Moreras (Mazarrón) y Campotéjar (Molina), ambos artificiales y ligados a estaciones de depuración, de los que SEO/Birdlife dice en su informe que tienen un estado global «bueno» y «moderado», respectivamente, pese a sufrir un grado de presión «alta» y «muy alta». En el caso concreto de Campotéjar, la ONG detecta contaminación del agua de tipo «difusa y puntual» y también identifica como motivo de la elevada presión que recibe el espacio afecciones relacionadas con el régimen de caudales y con la sobreexplotación de los acuíferos de la zona.

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