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Los cuatro trabajadores de Fundown se afanan en recuperar el Jardín Botánico Arboretum, en El Valle.
La integración apuesta por el medio ambiente

La integración apuesta por el medio ambiente

Personas con discapacidades psíquicas realizan labores de jardinería y reforestación en distintos puntos de la Región; una de las últimas iniciativas busca concienciar contra el cambio climático y regenerar Arboretum, en El Valle

Juan Ruiz Palacios

Martes, 31 de enero 2017, 22:14

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Intenta arrancar una desbrozadora de gasolina para comenzar sus labores en el Jardín Botánico Arboretum, en El Valle, pero la baja temperatura del ambiente impide que la máquina empiece a funcionar. A pesar de ello, el murciano Francisco Antonio Morales no se achanta, porque su deficiencia psíquica no le impide desenvolverse con soltura. «Voy a avisar a Guillermo -su monitor- para que me ayude con esto. Conozco un truco que aprendí hace poco tiempo», se dice a sí mismo. Ambos abren la máquina y Morales, con la ayuda de un destornillador usado, se las ingenia para alcanzar su objetivo.

La Región cuenta con un amplio abanico de asociaciones y fundaciones de personas con discapacidades psíquicas que cada día encuentran una salida laboral en trabajos que potencian el medio ambiente y fomentan el respeto por la naturaleza. Fundown es una de las organizaciones que apuestan por la integración laboral de las personas con discapacidad. Por ello, la entidad firmó el pasado mes de diciembre un convenio con la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente para que personas con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales lleven a cabo tareas para mejorar el medio ambiente.

«El acuerdo tiene dos líneas de actuación. La primera de ellas es poner en valor y mantener el Jardín Botánico Arboretum, en El Valle-Carrascoy; y, la segunda, llevar a cabo una campaña en la que ocho discapacitados se convertirán en profesores y enseñarán a estudiantes de Primaria cuáles son las principales medidas que hay que llevar a cabo para combatir el cambio climático. Es decir, serán, por primera vez, maestros», explica Pedro Martínez, director de Fundown.

«Esta idea nació en 2002. De hecho, los chavales empezaron a repoblar Arboretum, pero llegó la crisis y dejamos de tener financiación para el proyecto, por lo que se paró en seco», añade. «Con esta nueva iniciativa pretendemos unir medio ambiente y discapacidad, porque la naturaleza es una fuente de trabajo para personas de este colectivo. Y, al mismo tiempo, potencia la vida de nuestras zonas verdes de la Región».

En Arboretum trabajan cuatro personas con capacidades psíquicas disminuidas. «Aquí se sienten útiles. El curro les sirve para ser más independientes en sus vidas», confiesa Guillermo Martínez, coordinador de Fundown Plant. Él es el monitor que les ayuda y supervisa su trabajo. «Estamos en una zona donde hay mucha humedad, y la verdad es que ellos no se quejan. Sin embargo, los meses de verano no los llevan tan bien porque, cuando el calor aprieta, se resienten». Y concluye: «Aquí llegan sobre las ocho de la mañana y finalizan su jornada cerca de las tres de la tarde. Somos como una gran familia. Ellos dan mucha vida a este lugar».

María Serrano y Cristina Ortín, de 32 y 36 años respectivamente, son mujeres con discapacidad a quienes les encanta cuidar de la naturaleza. Ejercer de profesoras es algo que les llena de ilusión. «Podemos enseñarles a los niños de Primaria todos nuestros conocimientos sobre medio ambiente y lo que tienen que hacer para combatir el cambio climático», dicen estas murcianas. Fulgencio Cerón, otro de los trabajadores, contesta: «¡Claro! Sabemos muchas cosas sobre el cambio climático. En Madrid, por ejemplo, no se puede correr mucho con el coche porque los tubos de escape contaminan el medio ambiente». Y Francisco Antonio, que también está pendiente de la conversación, añade: «Es que el cambio climático afecta a los polos y hace que se derrita el hielo. Para enseñar a los chavales, nos tendremos que poner serios». Y, en ese momento, los cuatro trabajadores rompen la conversación a carcajada limpia.

«Lo mejor es regar»

«Lo que mejor llevamos es regar, podar hierba y quitar rastrojos», dicen los cuatro, quienes, además, realizan todo tipo de cuidados en plantas de diferentes especies, como 'Prunus padus', 'Citrus aurantum', 'Eucalyptus globulus' y 'Ficus macrophilla'. «No tiene precio levantarse por las mañanas y saber que tienes un trabajo. A mí, ese pensamiento me hace la persona más feliz del mundo. Hay mucha gente que no tiene casa para vivir y que está en una situación peor que nosotros», confiesa Fulgencio, que comparte piso con un amigo. «Mi sueldo me permite pagar el alquiler, comprar comida... Ser independiente y sentirme como uno más en este mundo. Creo que somos unos privilegiados».

Otras iniciativas

Además de Fundown, existen otras organizaciones que conjugan el medio ambiente con la integración social y laboral de personas con discapacidad. En Blanca, el Grupo Amiab recoge residuos para promover el reciclaje entre las personas del colectivo. En Zarandona se encuentra Astrapace, una organización cuyos miembros se encargan cada semana de cuidar un vivero con plantas de todo tipo; y, en Cartagena, los chavales discapacitados de la asociación Astus Prolan realizan tareas de mantenimiento en parques y jardines del municipio, entre otras muchas iniciativas de este tipo.

«Lo único que podemos pedir es que nos suban un poquito el sueldo», bromean entre risas los trabajadores de Arboretum, cuyas vidas están llenas de sueños por cumplir. «Nos gustaría seguir trabajando para el Centro Especial de Empleo -dependiente de Fundown-. Nos sentimos respaldados, queridos y somos como hermanos. Estamos convencidos de que no agua ntaríamos ni un día trabajando en una oficina, sin salir y sin respirar aire en la calle», manifiestan los cuatro.

«Ver cómo poco a poco se va regenerando y embelleciendo este jardín botánico es como un sueño para nosotros. Aquí vemos reflejado el trabajo que hacemos cada día», dice Francisco Antonio, antes de seguir sus labores de mantenimiento en dicha zona.

Y, en medio del frío de la mañana, el motor de una desbrozadora rompe el pasmoso silencio. Sí, Francisco Antonio ha conseguido sacarle partido a su truco y ya puede comenzar a quitar malas hierbas y a peinar Arboretum para dejarlo preparado. El objetivo es que las familias puedan disfrutar de ese terreno bello, en medio de El Valle, donde la naturaleza y estos trabajadores son los auténticos protagonistas de la historia.

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