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Mara Menor: ¿de joya a baratija?

Perdónenme que insista, pero visto lo visto, hablar de la situación crítica del Mar Menor nunca está de más

PEDRO LUENGO MICHEL. PORTAVOZ DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Martes, 27 de septiembre 2016, 22:54

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Perdónenme que insista, pero visto lo visto, hablar de la situación crítica del Mar Menor nunca está de más. Si no lo evitamos, esta verdadera 'joya de la corona' va camino de convertirse en simple y verdosa 'baratija', muy parecida a la que ya 'disfrutan' otras zonas del Mediterráneo.

Llegamos aquí, a pesar de la importante actividad económica dependiente de su buen estado. La mayor laguna litoral del Mediterráneo occidental, cuyas aguas deberían seguir siendo transparentes, hipersalinas y con muy pocos nutrientes, unido a un rico y singular ecosistema, está hoy muy degradada. Su importancia se refleja en numerosas figuras de protección ambiental que, una tras otra, ha ido acumulando como si de premios se tratase, cual 'best seller' ambiental.

Entonces, ¿cómo hemos llegado a la situación actual?, se preguntarán acertadamente. Decía un compañero, con razón: «La degradación del Mar Menor es directamente proporcional a la dejación e incompetencia de nuestras instituciones»; y no tiene pinta de que vaya a cambiar.

Ya sea por 'analfabetismo ambiental', por amor al voto fácil asociado a las obras públicas y la manga ancha, por no querer reconocer la situación real, por querer favorecer a próximos, por corrupción o por simple incapacidad de razocinio, el caso es que, inepto tras inepto, la laguna ha ido de mal en peor. Y se siguen tirando balones fuera, en vez de tomar las riendas del asunto.

Aunque el mango de la sartén sea institucional, no olvidemos que tenemos nuestra parte de culpa quienes nos beneficiamos directa e indirectamente, ni tampoco que el pueblo que calla otorga.

Y nada cambiará hasta que digamos 'hasta aquí hemos llegado'.

Animo a exigir soluciones serias y eficaces que ataquen el problema de raíz. Soluciones que ya están encima de la mesa, pero que no encuentran administradores valientes que las pongan en marcha.

A esos responsables políticos, de diferentes signos y niveles, hemos de exigirles que eviten que el Mar Menor pase definitivamente de 'joya de la corona' a verde parduzca y maloliente 'baratija'.

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