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A la pesca de basura

A la pesca de basura

El océano no es un pozo sin fondo que puede engullir todos los desechos que genera el hombre y los efectos de la actividad humana se dejan sentir cada vez más. Estudios recientes revelan que existen grandes cantidades de basura marina, fundamentalmente residuos sólidos y restos de artes de pesca

MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ

Viernes, 17 de junio 2016, 09:35

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El Centro Oceanográfico de Murcia pone en marcha el proyecto Pescal, que pretende incentivar y promover buenas prácticas en el sector, implicando activamente a los pescadores en la recogida de residuos marinos

El océano no es un pozo sin fondo que puede engullir todos los desechos que genera el hombre y los efectos de la actividad humana se dejan sentir cada vez más. Estudios recientes revelan que existen grandes cantidades de basura marina, fundamentalmente residuos sólidos y restos de artes de pesca, que proceden tanto de tierra como de cuencas fluviales y del tránsito marino (barcos mercantes, de recreo), y que tienen un grave impacto ecológico y ambiental en el ecosistema. Así, por ejemplo, se conoce que los objetos cotidianos hechos de plástico, como bolsas y botellas, son capaces de causar la muerte de tortugas, peces, aves marinas y hasta un total de 250 especies.

Las directrices ambientales y pesqueras de la UE apelan a los Estados miembro a que adopten medidas que permitan alcanzar un buen estado ambiental de las aguas marinas, así como a que impliquen al sector para que su profesión sea lo más sostenible posible en términos ambientales, sociales y económicos.

El Centro Oceanográfico de Murcia, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía (IEO), participa junto con la Universidad de Alicante (UA), a través de la Unidad Mixta de Investigación Marina IEO-UA, en el proyecto Pescal, Pesca Sostenible en Caladeros Limpios, financiado por el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, mediante la Secretaría General de Pesca, y el Fondo Europeo de la Pesca.

Examen al Mediterráneo

Se trata de una serie de iniciativas que se están desarrollando en Galicia a través del Centro Tecnológico del Mar (Cetmar) y la Organización Nacional de Asociaciones Pesqueras, y que tienen ahora su continuidad en la costa mediterránea, donde se va a evaluar la cantidad de basura que hay en los puertos y, lo más interesante, a clasificarla según el tipo (plásticos, desechos orgánicos, artes de pesca,) con el propósito de identificar aquellos residuos y caladeros que requieren especial atención y mayor intervención, además de las causas por las que esa basura llega hasta allí.

La iniciativa sigue la estela de otros proyectos similares que se han desarrollado en los últimos años, como Nada por la Borda, que permitió que los barcos de bajura y de arrastre del litoral de Marín, en Galicia, retiraran más de 23.000 kilos de residuos en un año. El objetivo es llevar a cabo diversas acciones, en colaboración con el sector pesquero, dirigidas a recoger los residuos del lecho marino, así como a mejorar la gestión y la conservación de los recursos del ecosistema marino.

Para ello, se tiene previsto realizar campañas de recogida de residuos y aparejos abandonados o perdidos en varias zonas marítimas de la costa ibérica (Andalucía, Asturias, Andalucía, Levante,); colaborar en la limpieza del medio marino y fomentar las buenas prácticas ambientales en el mar y en los puertos, y obtener información técnica de primera mano sobre el estado del mar.

Asimismo, se busca promover una imagen positiva de la actividad pesquera y fomentar la corresponsabilidad ambiental del oficio, incentivando su papel como agentes de sensibilización ambiental ante la sociedad, como guardianes del mar.

De este modo, el patrón del barco es el encargado de llevar el registro de datos de los residuos recogidos para su clasificación. Además, cada embarcación cuenta con unos sacos para depositar la basura que se genera a bordo durante su actividad y entregarla posteriormente en el muelle para que los investigadores del proyecto puedan analizar el volumen y contenido.

Por otro lado, la intención del proyecto es que las embarcaciones participantes también traigan a puerto la basura que recogen del agua durante su faena para depositarla en puntos limpios, junto a los desechos que se generan en la propia dársena. En definitiva, consiste en un tipo de pesca 'sostenible', que favorece la limpieza y el cuidado del medio marino.

Entre los residuos que más frecuentemente se extraen del mar, se encuentran los restos de aparejos (redes, hilos de nylon, boyas-flotadores, cabos,); de metal; de madera; de plástico, aunque también aparecen bolsas o envases enteros, y textiles. No obstante, los que son producidos en mayor cantidad son los orgánicos, ya sean restos de animales muertos o vertidos de aguas residuales con componentes de las actividades de cría. También se pueden llegar a encontrar residuos calificados de peligrosos, entre los que figuran aceites de motor usados, productos fitosanitarios y farmacéuticos para animales.

La acción mediterránea de Pescal se está desarrollando en los puertos de Santa Pola y Torrevieja, por ser dos de los más importantes en volumen de descarga. José María Bellido, director del Centro Oceanográfico de Murcia e investigador responsable de esta parte del proyecto, y José Luis Sánchez, del Departamento de Ciencias del Mar y Biología de la Universidad de Alicante, cuentan que el estudio arrancó en octubre de 2013 y se prolongará hasta finales de año.

También explican que la idea es trasladar los trabajos de muestreo a los puertos de San Pedro del Pinatar y Cartagena en el último trimestre. No obstante, matizan que los resultados obtenidos en Alicante son extrapolables a la Región puesto que, en general, el funcionamiento de los puertos es bastante similar.

Zona sensible

Bellido recuerda que el Mediterráneo es un área muy sensible a la contaminación, puesto que es un mar casi cerrado que baña zonas densamente pobladas, altamente industrializadas, con gran presencia de turismo y un elevado tráfico marítimo. En lo que respecta al plano económico, apunta que los pescadores son los primeros interesados en que el programa sea un éxito, puesto que un caladero contaminado «no es productivo».

El investigador señala que, dentro del proyecto, se realizará una campaña específica de recogida de basuras en una zona todavía por determinar. Además, destaca que se intentará, «en una etapa posterior», reciclar los artes de pesca que se recojan del mar e intentar aprovechar los materiales con un procedimiento de gestión de residuos similar al que ya está implantado en los desechos urbanos e industriales.

Otro de los puntos importantes es que se va a establecer un protocolo de buenas prácticas para la recogida de los residuos y de las artes de pesca fuera de uso, además de para su posterior gestión en las áreas portuarias. Así, se planea realizar campañas de información entre los empleados para minimizar y gestionar correctamente los desechos y la contaminación.

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