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Miguel Motas trabaja en el laboratorio.
Garrapatas invasoras

Garrapatas invasoras

Una de las novedades del estudio respecto a años anteriores es que se van a medir las heces para comprobar los contaminantes que el pingüino no absorbe. Para ello, se colocarán cámaras que ayudarán a los científicos a calcular la cantidad de heces que hay en la colonia y ver si las pingüineras pueden convertirse en focos de contaminación por los compuestos que se liberan en los desechos orgánicos.

LA VERDAD

Viernes, 17 de junio 2016, 09:47

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Una de las novedades del estudio respecto a años anteriores es que se van a medir las heces para comprobar los contaminantes que el pingüino no absorbe. Para ello, se colocarán cámaras que ayudarán a los científicos a calcular la cantidad de heces que hay en la colonia y ver si las pingüineras pueden convertirse en focos de contaminación por los compuestos que se liberan en los desechos orgánicos.

Motas, quien es profesor del área de Toxicología de la Facultad de Veterinaria, señala que dentro del proyecto se van a estudiar otros aspectos como los parásitos, especialmente la garrapata, una de las especies invasoras en la Antártida a raíz del cambio climático.

Además, indica que en la nueva expedición se realizará un seguimiento de la alimentación del pingüino para determinar las posibles variaciones en la abundancia de sus presas, principalmente el krill (microcrustáceos), para comprobar los cambios de las condiciones climáticas, la influencia de la explotación humana de determinadas especies, o variaciones en la ingesta como principal vía de entrada de contaminantes al organismo, puesto que todo contaminante en el krill se acumulará en el pingüino y en las crías alimentadas con él.

El investigador reconoce que la campaña peligró hasta el último momento por las dificultades económicas y, al contrario que en años anteriores, no habrá ningún barco español en la zona, sino que los científicos tendrán que desplazarse por medio de un buque brasileño en la ida y uno chileno en la vuelta.

No obstante, advierte de que la expedición podría incluso no llegar a desembarcar en la Isla Decepción, puesto que se trata del cono de un volcán submarino, en el que ya se detectó un aumento de actividad el año pasado, y primero se deberá comprobar que no existe ningún peligro de que entre en erupción.

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