Borrar
'Papilio machaon' es una de las especies más conocidas de Europa, aunque en declive en las últimas décadas, abunda en la Península.
El declive de las mariposas

El declive de las mariposas

Treinta entomólogos de 19 países, expertos en mariposas, trabajan estos días en la Lista Roja de Mariposas del Mediterráneo, analizando el estado de conservación de diferentes especies para avanzar en la preservación de estas atractivas poblaciones de insectos cada vez más amenazadas, principalmente por la destrucción de sus hábitats, el cambio de uso de los territorios y el cambio climático.

PEPA GARCÍA

Viernes, 17 de junio 2016, 09:43

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Expertos de 19 países preparan la Lista Roja del Mediterráneo para tratar de evitar que se extingan las especies endémicas

Treinta entomólogos de 19 países, expertos en mariposas, trabajan estos días en la Lista Roja de Mariposas del Mediterráneo, analizando el estado de conservación de diferentes especies para avanzar en la preservación de estas atractivas poblaciones de insectos cada vez más amenazadas, principalmente por la destrucción de sus hábitats, el cambio de uso de los territorios y el cambio climático. Unas circunstancias que han producido una drástica reducción de las poblaciones de las especies en Europa, según 'El indicador europeo de mariposa para especies de pastizales: 1990-2011' -'The European Butterfly Indicator for Grassland species: 1990-2011'-, de casi un 50% desde 1990. Para este estudio, los especialistas analizaron los datos de 17 especies de mariposas de pastizales en 19 países europeos, entre ellos España.

Ahora la lista de especies en peligro del Mediterráneo está en plena elaboración, tras la última reunión técnica mantenida por los investigadores en el Jardín Botánico de Málaga. «En este seminario científico se trataron especies de distribución muy limitada», explica a 'La Verdad' Miguel López Munguira, profesor de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid y entomólogo que también ha colaborado en la elaboración de la Lista Roja Europea de Mariposas, quien añade que el Mediterráneo es una zona de elevada diversidad a nivel mundial, un reservorio de especies de mariposas endémicas de distribución muy reducida -y cita como áreas especialmente ricas la Península Ibérica, Italia (aunque mucho menos), la Península Balcánica (con Grecia como sitio destacado) y, en el norte de África, las zonas montañosas del Atlas (Marruecos) y Argelia-. Precisamente esta riqueza en especies endémicas les ha llevado a dar este paso para su conservación.

«En el Mediterráneo hay catalogadas 460 especies distintas de mariposas, de ellas estuvimos analizando la situación de 70 de ellas. Fuimos repasando especie por especie de forma muy objetiva, poniendo los datos sobre la mesa para determinar qué especies se pueden catalogar como vulnerables, amenazadas, críticamente amenazadas o en peligro, así como los problemas a los que se enfrenta cada una de ellas», cuenta Munguira, que confía en que en mayo esté elaborado el primer borrador de la lista, aunque advierte de que el proceso es largo y luego deberá ser revisado de nuevo por los expertos, y estima, a grosso modo, que en torno a un 7% del total podrían engrosar esta lista de especies en peligro. «La Lista Roja Europea de Mariposas nos llevó dos años elaborarla y, de las 482 especies, un 9% están amenazadas y un tercio de todas ellas están en retroceso», advierte, aunque espera que antes de que acabe 2013 esté terminada la del Mediterráneo.

Según cuenta el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, los modelos predicen que con el cambio climático estas especies van a desaparecer en relativamente poco tiempo -en el horizonte de 2050-2080-. «Si la cosa sigue así, las especies que viven en lo alto de las montañas van a pasarlo mal y van a tener una situación comprometida. El clima las va empujando cada vez a mayor altitud, porque necesitan unas condiciones climáticas muy extremas, y llega un momento en que no pueden ir más arriba y desaparecen». Munguira aclara que las mariposas son muy sensibles a los cambios, motivo por el que «últimamente se están utilizando en muchos estudios como bioindicadores», aclara.

En concreto, cita La Niña de Sierra Nevada ('Polyommatus golgus') una de las especies amenazadas y que se circunscriben a la sierra granadina que le da nombre. Y añade: «En la Región de Murcia, una zona muy especial es Sierra Espuña, que cuenta con unas especies endémicas muy interesantes, aunque no parece probable que se incluyan en la lista roja porque, de momento, no parece que tengan problemas muy graves». Se refiere a la especie 'Cupido carswelli', que vive en las cumbres de Espuña y que, en su opinión, «es una subespecie de 'Cupido minimus'». Otra de las especies que destaca Munguira es 'La Morena Española', una 'Aricia morronensis', «porque se describió en el Morrón de Espuña -añade-. Y también estamos trabajando con una especie que vive en el Noroeste de Murcia, en zonas de pastizales de Moratalla, que están siendo abandonadas (una de las causas de desaparición): la 'Polyommatus violetae', que se considera vulnerable y que tiene problemas por el abandono de los usos tradicionales ganaderos de los campos (esta mariposa es endémica del Sureste peninsular)», detalla.

Medidas de protección

Mientras que los entomólogos trabajan en concluir el Libro Rojo de Mariposas del Mediterráneo, el entomólogo Miguel López Munguira considera que la principal medida para proteger las mariposas es la creación de espacios protegidos. A este respecto, considera que «nuestra red de espacios protegidos es estupenda y contiene poblaciones de casi todas las mariposas españolas. Solo en Parques Nacionales hay poblaciones del 87% de las especies españolas», lo que, de momento, los expertos consideran suficiente. No obstante, insisten, sería necesario detener el crecimiento urbanístico, especialmente en zonas de elevada diversidad biológica, mantener los usos tradicionales del territorio y limitar la intensificación de los usos agrícolas. «Otra medida, algo más difícil de hacer, es tomar medidas para detener el cambio climático. Si no nos ponemos de acuerdo con esto, el futuro se muestra sin duda sombrío», augura.

El hecho de que desaparezca una especie de mariposa, explica gráficamente, no va a colapsar su ecosistema. «Es como si a una casa le quitas un ladrillo, no pasa nada; pero si sigues quitando ladrillos, llegará un momento en que se derrumbe. Esa es la filosofía de por qué nos interesa conservar hasta la última especie: por mantener un nivel sanitario del ecosistema que sea adecuado. Y si destruimos muchos de sus elementos, qué es lo que estamos pretendiendo preservar», concluye.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios