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Sólo quedan 500 urogallos en España

La competencia de los ciervos en el bosque, las infraestructuras construidas por el hombre y el climaextremo en primavera han esquilmado la población de urogallo cantábrico en España, que se ha reducido un 60% en los últimos 20 años hasta limitarse a una cifra de 500 ejemplares, según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). La organización presentó la semana pasada en Oseja de Sajambre (León) el proyecto El sonido del bosque para la conservación del ave y el Parque de Picos de Europa.

LA VERDAD

Viernes, 17 de junio 2016, 10:01

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La población de ciervos no deja de crecer en Cantabria, con una densidad de 3 ejemplares por 100 hectáreas. Estos animales comen arándanos (vegetal esencial para el hábitat del urogallo), por lo que siegan todo bosque. Los jabalís también han aumentando en el bosque y comen nidos y pollos. Otra de las causas es el descenso de las actividades tradicionales en el bosque. La disminución de la ganadería, del aprovechamiento maderero han provocado que el bosque se cierre, y el matorral de arándano necesita luz.

El principal problema al que se enfrenta el urogallo cantábrico es la «bajísima» tasa de producción de pollos, con una media de 0,37 crías por hembra reproductora. El urogallo es un ave poco conocida y sólo se puede ver en primavera, cuando está en celo y sube a los cantaderos, que es donde se cuantifican. Para la campaña, los expertos de SEO se fijaron en los trabajos de conservación realizados en Francia y en Escocia.

Para favorecer el hábitat, se promueve el el crecimiento del arándano, en cuyo arbusto se refugian las hembras con sus crías y encuentran alimento los pollos, que en su primer verano comen insectos, abundantes entre los arándanos. También se desbroza el bosque para recuperar los claros que ayudan a la crianza de pollos y sirven como resguardo de los depredadores. Se seleccionan los claros en cada zona de actuación que pueda servir al urogallo y, a la vez, al dejar la madera muerta en el bosque, se favorece la presencia de insectos. Otras de las acciones que se llevarán a cabo son la señalización de vallados ganaderos, la identificación de tendidos eléctricos y la protección del acebo, que es la única hoja que puede comer el ave durante el invierno.

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