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El ladrillo se reactiva en la Región con nuevos proyectos inmobiliarios

El ladrillo se reactiva en la Región con nuevos proyectos inmobiliarios

Murcia registró más de 1.150 operaciones de compraventa de viviendas en agosto, un 17,2% más con respecto al mismo mes de 2016, lo que confirma la recuperación del sector

BENITO MAESTRE

Murcia

Jueves, 9 de noviembre 2017, 11:08

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Las grúas, los andamios y las cuadrillas de albañiles regresan poco a poco al ajetreo de ciudades, municipios y pedanías. Salta a la vista que el sector se ha sacudido el polvo de la inactividad y afronta una etapa de recuperación. En concreto, la construcción en la Región de Murcia consolida su tendencia al alza, que encadena dos ejercicios de subida, gracias a las reformas y rehabilitaciones de edificios y locales.

Entre viviendas nuevas y usadas, se registraron 1.153 compraventas en agosto, un 17,2% más frente al mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). De todas, 239 operaciones correspondieron a obra nueva y 914 a usada. También se inscribieron 345 herencias, 32 donaciones, 1 permuta y 483 operaciones de otro tipo.

«Sí, la situación inmobiliaria ha mejorado», sentencia Julián Tomás, socio de Abad Grupo Inmobiliaria, una agencia especializada en la venta y alquiler de hogares ubicados en la zona centro de la ciudad de Murcia. Para el empresario, esta tendencia a la estabilidad obedece a tres razones: los bancos vuelven a conceder préstamos hipotecarios, los clientes se han percatado de que es buen momento para comprar y la sociedad ha mejorado su percepción sobre la situación actual.

Esta compañía, con más de 40 años de trayectoria, cuenta con un equipo humano multidisciplinar formado por diez profesionales que ofrecen un servicio integral y exclusivo, asesorando en temas de financiación, reformas, interiorismo... Esto se traduce en que consiguen vender los inmuebles en un plazo máximo de tres meses.

La actividad va por buen camino y se recupera progresivamente en el país, aunque con diferentes ritmos en cada zona. El precio de la vivienda (tanto nueva como usada) alcanzó los 1.258 euros por metro cuadrado en el tercer trimestre del año, un 4% más que en el mismo periodo de 2016, según la estadística IMIE Mercados Locales. El plazo medio de venta es de 9,1 meses.

Sin duda, la creación de empleo contribuye a que se animen las familias a adquirir una propiedad. Los murcianos destinan de media el 13,3% de los ingresos brutos familiares a pagar el primer año de hipoteca, un esfuerzo financiero inferior a la media nacional (16,6%). Por el contrario, en Islas Baleares, Andalucía y Cataluña se requiere un porcentaje mucho más elevado para comprar una vivienda con financiación.

Pero a la hora de negociar un inmueble no solo hay que fijarse en su precio, que es solo una parte de la operación, sino que hay que sumarle una serie de gastos extra. Los impuestos añadidos conforman una cantidad económica que los compradores han de tener en cuenta, y los expertos coinciden en que suele superar el 10% del valor de la vivienda. La diferencia depende de si es nueva o usada, así como sus características y financiación, entre otros apartados.

Por una casa nueva que se compra directamente al promotor, el cliente tiene que tributar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) equivalente al 10% de su precio, que hasta 2013 era el 4%. Mientras que por una de segunda mano será el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), un gravamen estatal cedido a las Comunidades Autónomas, siendo estos organismos los encargados tanto de recaudarlo como de fijar su importe. En la Región de Murcia, el Ejecutivo autonómico ha fijado este tributo en el 8% sobre el valor de la compraventa, aunque está sujeto a bonificaciones. Incluso se puede reducir en diferentes casos de familias numerosas, jóvenes y del Plan Lorca.

Pedir un préstamo hipotecario es un proceso complejo por el que atraviesa la mayoría de compradores, puesto que pagar una vivienda al contado es una acción que solo ocurre en ocasiones puntuales.

El número de hipotecas sobre viviendas constituidas en la Región de Murcia creció un 8,4% el pasado año con respecto al anterior, según el INE. En 2016 se concedieron 10.938 préstamos hipotecarios sobre fincas rústicas y urbanas, con un capital prestado de mil millones de euros. Asimismo, el viento parece soplar de cara tras el crecimiento negativo registrado desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria hasta 2014, cuando comenzó el cambio de tendencia.

Pese a que la vivienda es la principal inversión de los españoles, muchos propietarios la protegen muy poco de posibles desperfectos, averías o hurtos. De hecho, cada diez segundos se origina una gotera, cada minuto y medio un robo, y cada dos minutos y once segundos un incendio. Aun así, más de la mitad de los 26 millones de inmuebles del país carece de un seguro de hogar o no es el adecuado, bien porque no tiene carácter obligatorio en la mayoría de las comunidades autónomas, o bien porque las fincas de vecinos no disponen de liquidez para contratarlo. Esta desprotección es uno de los mayores problemas del actual parque de viviendas, ya que la siniestralidad en edificios es de las más altas, solo superada por la de automóviles.

De las viviendas aseguradas, una gran parte presenta una protección insuficiente, es decir, de originarse un siniestro grave en su interior, no se cubriría la totalidad de los bienes. Razón de más para incluir la garantía de responsabilidad civil, que es la encargada de cubrir al asegurado y a su familia de los posibles daños materiales y personales que puedan ocasionar a terceros.

No obstante, nunca está de más leer la letra pequeña del seguro, dado que no cubre el robo si la puerta o la ventana de una planta baja estaban abiertas, contempla una indemnización por los alimentos refrigerados si falla el suministro eléctrico pero no si el frigorífico o congelador tiene 12 o más años y las coberturas en las segundas residencias varían en función del tiempo que quede deshabitada, entre otros casos.

El precio, la ubicación y el ahorro fiscal de la vivienda usada frente a la calidad de los materiales, los servicios comunes y la decoración personalizada de la de nuevo cuño. Cada segmento reúne una serie de factores que incluye y determina la toma de decisión de los futuros propietarios.

El principal atractivo de las casas de segunda mano es que suelen ser más baratas, una ventaja que permite captar a los compradores que parten con un presupuesto ajustado. Aunque siempre se pueden reformar, una inversión la revaloriza hasta en un 20%. Los principales trabajos se centran en tirar tabiques, cambiar suelos, distribuir espacios, pintar paredes y modernizar baños y cocinas. Si por el contrario presentan un estado aceptable, los residentes pueden entrar a vivir en ellas en ese mismo instante. Precisamente, los inmuebles usados ofrecen la tranquilidad de que sus anteriores inquilinos dieron con los detalles ocultos y los solucionaron, como goteras y fallos en los enchufes. También destacan por ser más espaciosas: se estima que un 35% más de media.

Por su parte, las propiedades sobre plano o ya en construcción ofrecen la posibilidad de adaptar las estancias al gusto de los propietarios, creando viviendas a medida y personalizadas. Por ejemplo, se pueden crear dormitorios tipo suite con baño y vestidor o aplicar los conceptos del Feng Shui para sentir las bondades de este conocimiento milenario. Tienen otras ventajas: zonas comunes para el esparcimiento de los residentes (piscina, jardines, gimnasio, salas multiusos...) y la proximidad a colegios, parques infantiles y pistas deportivas, entre otros servicios.

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