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Los cultivos ecológicos tienen cada vez más presencia en los campos de la Región.
Los productos ecológicos entran en los hogares de la Región
CONCIENCIA

Los productos ecológicos entran en los hogares de la Región

Las empresas murcianas apuestan por la gama 'bio' para adaptarse a los consumidores que siguen un estilo de vida saludable y respetan su entorno

BENITO MAESTRE

Jueves, 16 de marzo 2017, 01:21

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Lo ecológico es tendencia en Murcia, España y el extranjero. La Región ya tiene camino recorrido en este modelo productivo con más de 3.000 operadores (incluye a agricultores, ganaderos, elaboradores, transformadores y comercializadores) certificados por el Consejo de Agricultura Ecológica murciano, Caerm. En los últimos años ha habido un desarrollo importante y los expertos recomiendan subirse al tren de la economía verde para consolidar y desarrollar el sector. La provincia cuenta con 78.428 hectáreas de superficie de agricultura sostenible, que representa aproximadamente el 26% de todo lo cultivado. Por zonas, el Altiplano, el Noroeste y el Valle del Guadalentín concentran la mayor cantidad de terreno 'bio'.

La naturaleza de la empresa murciana le impide ser flor de un solo día e improvisar de la noche a la mañana, pero sí le aúpa a innovar. Es el caso de la compañía Tana, que acaba de sacar al comercio minorista la ralladura de limón ecológico congelado, y actualmente es la única marca que tiene el certificado para desarrollar esta actividad. La presentación del producto tuvo lugar en la 25 edición de Fruit Logistica, la mayor feria agroalimentaria de Europa que se celebró a principios de febrero en Berlín.

Se trata de un envase con tres bolsitas de 50 gramos con autocierre y cada una contiene lo equivalente a la raspadura de seis limones, que puede permanecer hasta 18 meses en el congelador conservando sus propiedades organolépticas. El producto es perfecto para elaborar, decorar y dar sabor a ensaladas, cremas, postres y todo tipo de platos.

La entidad está especializada en el cultivo, envasado y comercialización de cítricos (limón y pomelo), tanto en agricultura convencional como ecológica, durante todo el año. Con una superficie de 400 hectáreas y una producción de 40.000 toneladas en fresco, Tana está presente en los principales mercados de Europa Occidental, América del Norte, Oriente Próximo y el gigante asiático.

Un referente local

Pan, Mijo y Habas es un comercio que nació con la vocación de vender solo productos naturales y dos años después aún mantiene la misma estela. Se ubica en Los Dolores de Cartagena y ofrece un sinfín de alimentos ecológicos: lácteos, zumos, infusiones, cafés (incluso en cápsulas), mermeladas, cereales, huevos, harina, legumbres, semillas, especias, snacks, botes de comida instantánea... además de cosméticos, tratamientos de belleza y limpieza del hogar. De toda la mercancía, las frutas y verduras causan sensación porque tienen sabores, texturas y colores muy marcados, y son ricas en propiedades nutricionales. Allí, cada martes y jueves, reciben directamente los productos de temporada que los agricultores han cosechado en sus campos horas antes, ya que «más de la mitad son de la Región», asegura Baker El Gouchi, propietario del establecimiento.

Tal es el éxito que muchos clientes prefieren llevarse las hortalizas y piezas de fruta en cestas de 10 y 20 euros, que incluyen un amplio surtido de variedades. Esta iniciativa persigue «que la gente deje de asociar estos productos a precios caros e incentivar su consumo», indica.

Por esas y otras razones, como aportarles ideas de cómo cocinarlos, Baker y su pareja, Amor, ejercieron el pasado sábado de auténticos anfitriones en el taller de cocina macrobiótica que una terapeuta de medicina china impartió en el local. Los asistentes aprendieron a elaborar hamburguesas de quinoa, mayonesa vegana y bizcocho de algarrobas, entre otras recetas; el resultado fue espectacular.

En su empeño por extender la cultura ecológica, Pan, Mijo y Habas dispone de un servicio a domicilio por solo un euro más, o bien lleva la compra a casa, o bien la deja en alguno de sus puntos de recogida del municipio cartagenero, entre ellos Kumuka CrossFit en Parque Mediterráneo y Pedro Riquelme Estilistas en Santa Ana. De esta manera, evita a su clientela desplazarse a la calle Castillo de Montjuich, donde sita el comercio.

En general, el perfil mayoritario de clientes supera los 40 años y son tanto hombres como mujeres, además de mamás con hijos pequeños. Todos persiguen cuidar su alimentación y la de los suyos, hartos de comer productos que no saben a nada. Y este grupo de consumidores va en aumento.

Este negocio arrancó en 2015 de la mano de cuatro emprendedores, pero desde el pasado diciembre lo regenta Baker, que era cliente de ellos. Él ha cogido el testigo de un proyecto vehicular que proporciona lo básico para llevar un estilo de vida saludable.

En constante evolución

La familia de las cervezas también ha caído en la tentación de incluir una variedad ecológica. En Yecla, la cervecera artesanal Yakka produce German Ale Bio, una bebida apta para los que apuestan por una alimentación 'bio' y no quieren renunciar al sabor de una rubia. Está elaborada a base de agua, levadura, avena, lúpulo y maltas Viena, Munich y Crystal procedentes de la agricultura sostenible, y contiene 5,1% de alcohol. «No fue complicado dar con ella porque era una receta que nos había acompañado en los últimos años, solo hubo que añadirle los ingredientes ecológicos», explica Siul Herrero, maestro cervecero y propietario de la entidad.

Esta bebida 'de autor' marida con exquisito acierto dos conceptos muy demandados: su origen natural y la cercanía, lo que garantiza una calidad extra a su aroma, color y matices tan definidos. Cabe mencionar que está certificada por el Caerm y el EU Agriculture.

«La cerveza artesanal es como la buena cocina: aunque los platos del chef funcionen, siempre se le pide que elabore otros. Nosotros seguiremos haciendo bebida de calidad», confiesa. Así, a partir de mayo va reeditar una variedad «muy fresquita» para afrontar los picos de calor de la primavera y verano, ya sea bajo la sombrilla en la playa o alrededor de una buena mesa; eso sí, en compañía de familiares y amigos. Luego, con el ocaso del buen tiempo, la sustituirá por otra que encaje mejor con la idiosincrasia de los meses de otoño e invierno. Y, así, sucesivamente.

No obstante, no descarta ampliar la gama ecológica. «Es posible», afirma Herrero, pero puntualiza: «No de forma inmediata». Entre sus proyectos más inmediatos, crear una cerveza sin gluten «porque queremos trabajar en esa línea y pensando en la salud».

Este proyecto surgió en 2009 en la cocina de su casa con la elaboración de una cerveza bastante estándar. Ocho años después, la compañía ha experimentado una evolución significativa: desde el pasado noviembre cuenta con fábrica propia en la antigua Casa de la Ermita de Yecla y una selecta gama de referencias. «Nuestros objetivos son consolidar las ventas y no dejar de introducir nuevas variedades», dice. En este sentido, la marca está cada día más presente en pubs, restaurantes, mercados y tiendas especializadas de la Región, así como en las principales ciudades de España.

Miga natural

De centeno con alcaravea, de espelta con quinoa y semillas de chía, integral con multicereales... y así hasta ocho variedades de pan ecológico se elaboran en los obradores Masa Madre, de Murcia. «Son naturales, de gran sabor, con muchas propiedades nutricionales y tienen buena digestión», detalla Raúl, dueño del negocio. De un tiempo a esta parte, muchos consumidores los han incluido en su alimentación por los numerosos beneficios que aportan. «Quienes más compran son los mayores de 30 años y con un nivel cultural alto, ya que se han dado cuenta que 'somos lo que comemos'», asegura.

La empresa dispone de un obrador en Juan de Borbón y otro en la Plaza Circular, y próximamente, según su propietario, abrirá nuevos puntos de venta en la ciudad. «Hemos tenido un crecimiento prolongado», justifica.

Desde hace tres años, Masa Madre cuenta con el certificado de producción ecológica para adaptarse a las demandas de los consumidores actuales. La empresa ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos con el objetivo de prolongar su éxito, que arrancó en 1999. Su línea ecológica se completa con una amplia variedad de bollería y panes convencionales para dar respuestas a todo tipo de públicos.

Lejos de ser una típica panadería al uso, La Subirana también está especializada en pan ecológico elaborado cada día a la antigua usanza y con ingredientes naturales. El resultado: un producto sin prisas ni conservantes y de gran sabor. A diario, los clientes pueden decidirse por el pan de seis semillas o el integral de trigo, entre otros, así como la especialidad de cada jornada. Por ejemplo, los martes encuentran el de centeno, los jueves el de chapata de aceitunas, los viernes el de kamut y los sábados el de leche. No obstante, también produce una barra de pan convencional con una variedad de trigo que se cultiva en Yecla y, por ende, es más económica.

La compañía tiene un obrador y un despacho de pan, pero reparte cerca del 90% de la producción a herbolarios, supermercados y grupos de consumo de la zona. «Nuestros primeros clientes eran partidarios de lo ecológico y ahora el público es más amplio. No nos va mal», apunta Juan Ramón Hernández, socio de la entidad, que arrancó en septiembre de 2011.

En el último año, La Subirana ha incluido una extensa selección de bollería que no es 100% ecológica, aunque la mayoría de sus ingredientes sí lo son; de ella, destacan los 'muffins', las galletas y los 'brownies'.

Murcia es una comunidad emprendedora y en permanente búsqueda de nichos de mercado, de ahí su firme apuesta por la producción ecológica. Cultivos, ganaderías, pequeños comercios e industrias dan lo mejor de sí en pos de una sociedad más concienciada con la alimentación y el medioambiente.

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